13 de febrero de 2013

¿Para qué Coaching Transaccional (CT)?

Por Dra.  Rosa Frasquillo
“Nosotros pertenecemos a la generación que tiene que adaptarse al hecho de que el cambio es la norma, porque nos hemos criado con la ilusión de la estabilidad. Cuando gran parte de lo que conocemos y amamos está cambiando, la aceptación plena de la responsabilidad personal llega a ser una necesidad física y psicológica para la supervivencia”   John Whitmore
El Coaching Transaccional (CT) abarca transformaciones profundas de la conducta humana; entendiendo por conducta las distintas manifestaciones de la personalidad como el pensar, el sentir, el hablar y el actuar. (Steiner, 2005).  El CT es un proceso de acompañamiento, que brinda soluciones concretas para el autoconocimiento o descubrimiento de la esencia misma que origina el quiebre  por el que atraviesa el cliente.  Está basado en un lenguaje definido y claro, de fácil comprensión para cualquier individuo.
Para el abordaje de CT se aplican especialmente técnicas del Análisis Transaccional (AT), considerando la premisa de que “Todo el mundo es tres personas” (Berne, 1986). El  AT aplicado al coaching permite, entre otros aspectos, el  desarrollo de habilidades de liderazgo; poder analizar, prevenir y resolver conflictos o problemas futuros y  entrenar en la gestión estratégica de los recursos humanos. Además, facilita y fomenta el trabajo en equipo, potenciando los recursos presentes del individuo para lograr una interacción sana y efectiva; contribuyendo de esta manera, con el mejoramiento de las relaciones, la comunicación  y el equilibrado manejo de la Inteligencia Emocional.
Los instrumentos que se utilizan en Coaching Transaccional al ser de tan amplia repercusión, se adecuan a infinidad de situaciones para el logro de distintos objetivos en concordancia con las necesidades humanas. Está enfocado a desarrollar la capacidad de obtener resultados en el corto, mediano y largo plazo. Aunque incluye el lenguaje verbal y gestual, su utilización trasciende la comprensión de la expresión lingüística relacionándola siempre con los tres estados presentes en la personalidad del individuo: Estado del Yo Padre, Estado del Yo Adulto y Estado del Yo Niño. Por eso, el Coaching Transaccional va más allá del lenguaje y la comunicación, porque involucra un nivel mucho más profundo de la conciencia del ser humano, quien tiene innumerables manifestaciones donde el lenguaje, es sólo una de ellas. (Steiner, Ob. Cit.).

Autoconocimiento y Coaching Transaccional

Cada ser humano, desde su mundo interior es responsable por todo cuanto le acontece en el exterior. Sobre la base de este criterio, surge la idea del autoconocimiento, el cual puede ser descrito como el trabajo personal de análisis de nuestras conductas, consignas, creencias, mapas y modelos de vida. El autoconocimiento es un proceso que más que aprenderse, debe aprehenderse para darnos cuenta (Perls, 1982), e ir descubriendo nuestras deficiencias, pero al mismo tiempo, adiestrarnos en la tarea de poder reconocer nuestro verdadero potencial.
En el marco de acción, el autoconocimiento o autoevaluación es la primera aptitud que debe considerarse para el desarrollo y aplicabilidad del CT. Si no se logra llegar a ese punto de poder autoevaluar las acciones personales, en las diferentes transacciones que a diario nos toca vivir, es difícil que puedan desarrollarse otras aptitudes, incluyendo la comprensión y el poder ejercer influencia positiva sobre los demás.