Bowdith y Huse (1978), define moral como
la combinación de las actitudes que el empleado mantiene hacia su deber, la
compañía y el supervisor inmediato. Señalan que para que exista una buena moral
debe existir cohesión de grupo, a fin de que los miembros cooperen en el logro
de los objetivos que son beneficiosos para la organización, debiendo así mismo
compartir un sentimiento de comunidad, de propósito y de participación de
grupo.
Un bajo nivel moral predispone a los
empleados a adoptar actitudes perjudiciales para la organización, pudiendo ser
el producto de deficiencias que se encuentran presentes en la estructura de la
organización.
Para Lingren (1976), la disposición que
posea un grupo a trabajar en forma conjunta obedece a la cohesión del mismo y a
la confianza de que su esfuerzo contribuirá a alcanzar el objetivo propuesto.
Este sentimiento de confianza y optimismo en lo que se refiere a las tareas a
realizar o a los problemas que deben solucionarse recibe el nombre de moral.
El optimismo y la moral poseen una íntima
correlación de ahí que se pueda asumir que cualquier frustración o problema
menoscabará la moral. Breen (1983), define a la moral como “ aquel estado
mental que lleva al desempeño mas productivo en la tarea. Incluye la
satisfacción personal, basada en apreciaciones realistas” (p. 10). Para el
autor una buena moral tiene los siguientes elementos: optimismo, satisfacción
con las relaciones con sus superiores, los compañeros y los subordinados; y un
sentimiento total de éxito en el logro de los objetivos.
Hodger y Johnson (1984), sostienen que la
moral es un reflejo franco del nivel de motivación. La medición de la moral por
la administración implica una evaluación de creencias, opiniones y actitudes en
cuanto se relacionan con la percepción individual del ambiente de organización.
Haimannt, Hilgert y Kohrs (1983),
analizan los factores que influencian la moral, según estos autores existen
factores que pueden influenciar la moral del empleado. Algunos de estos están
dentro del control del gerente y otros no lo están. Pueden ser clasificados en
dos fuentes amplias. Una fuente consiste en situaciones que son externas e
internas a la organización; y la otra fuente recae en la práctica diaria del
gerente y el medio ambiente de trabajo de la organización.
Los
factores externos son aquellos que están conectados con
eventos e influencias fuera de la organización, generalmente están fuera del
alcance y el poder del supervisor. Sin embargo afectan significativamente la
moral de los empleados en el trabajo. Ejemplos de estas fuentes son relaciones
familiares, asociación de amigos, cuando se descompone el automóvil, enfermedad
de la familia, entre otros.
Muchos de los factores que afectan la
moral de los empleados dentro del ambiente interno de la organización y bajo el
control del gerente. Esto incluye compensación adecuada, seguridad en el
trabajo, un trabajo interesante, buenas condiciones de trabajo, apreciación del
trabajo bien hecho. La relación día a día del gerente con sus empleados es la
influencia más significativa para la moral. El método general de supervisión,
dirección y liderazgo, y su actitud general más que cualquier otra cosa,
resultarán de una moral alta o baja.