LA HERMENÉUTICA DE DILTHEY COMO MÉTODO
DE COMPRENSIÓN DEL SUJETO HISTÓRICO COMO FUNDAMENTO DE UNA TEORÍA DE LA
GERENCIA EDUCATIVA VENEZOLANA
RESUMEN
Debido al interés de realizar investigaciones el contexto de la gestión
educativa venezolana, se ha presentado este trabajo como una primera entrega en
cuanto a la importancia de la Hermenéutica como método de abordar el área de
las ciencias sociales, y de modo especial, lo referente a lo educativo. Así
pues, desde la hermenéutica propuesta por Dilthey se busca delinear los principios pertinentes
que se involucran en la interacción social y las transformaciones de la compleja
realidad educativa como encuentro trascendental. Conscientes de la vertiginosa
diversidad de los modelos gerenciales educativos y de cultura organizacional que se vienen
planteando en la realidad venezolana, se hace necesaria la teoría desde la
perspectiva hermenéutica, como alternativa al positivismo pragmático propia de
una concepción mecanicista del sistema educativo venezolano.
Palabras
Clave: Hermenéutica- Histórico-Positivismo-Comprensión
ABSTRACT
Due to the interest for research the
context of the Venezuelan educational management, this work has been presented
as a first installment on the importance of hermeneutics as a method to address
the area of social sciences, and especially, regarding educational. Thus, from
the hermeneutics proposed by Dilthey it seeks to delineate the relevant
principles are involved in social interaction and transformation of complex
educational reality as momentous encounter. Conscious of the dizzying diversity
of educational management models and organizational culture that those asked in
the Venezuelan reality, the theory from the perspective of hermeneutics, as an
alternative to own pragmatic positivism of a mechanistic conception of the
Venezuelan educational system is necessary.
Keywords: Historical
hermeneutics positivism-Understanding
INTRODUCCIÓN
Plantear el problema de la
investigación en el área de las ciencias sociales es asumir postura crítica
frente al método que se ha elegido. Es decir, el método señala las características de sistematicidad y
generalidad de los conocimientos alcanzados y la trascendencia en cuanto a sus
aportes teóricos. Si bien es cierto que la pregunta por la metodología propia
de las ciencias sociales no tiene una
respuesta científica de carácter universal aceptada sin más en todas las áreas
del saber científico (Morín, 2005)
También es cierto que no todo lo
que se contra-argumente como no científico ha de ser no-ciencia, lo que suele
ocurrir referido al campo de las investigaciones sociales; de modo especial, lo
que concierne al hecho educativo. Así, pues, se plantea la problemática del
método en el área específica de las ciencias sociales; en el fondo, la elección del método de estudio es una
opción hermenéutica.
Lo trascendente de este problema
epistemológico es la cuestión que se
presenta a lo interno de las ciencias sociales;
pues, su objeto de estudio, los “hechos sociales”, le exigen que se
diferencie, en lo metodológico, al resto de las llamadas ciencias exactas, cuyo
objetos de estudios son animales y cosas.
En este sentido, resultan
interesantes los comentarios de Morales (2014) cuando reflexiona en torno al
problema de las ciencias sociales en la coyuntura epistémica actual de la
Cultura gerencial en todas sus áreas de aplicación:
Iniciar un discurso filosófico de las
Ciencias Administrativas y Gerenciales es un gran reto, algo significativo el
cual llama la atención en el nuevo milenio. Primeramente porque hay una gran
convulsión y revolución epistemológica advertida en la diversa variedad de
paradigmas emergentes como respuestas a la crisis dada a finales del siglo XX,
al respecto se tiene la consideración del aparente decreto de la llamada
“posmodernidad” anunciando el fin de la ciencia. Pudiera decirse, a manera de
conjetura, que fue simplemente algo para llamar la atención; sin embargo, otros
esgrimen posturas más recatadas pero aluden a una ciencia sin método ni
filosofía, entre ellos destaca Martínez (2000) quien en referencia a los
grandes físicos comenta el fin de la ciencia convencional y por su parte Lanz
(2000) manifiesta una ciencia sin filosofía ni método. Por lo cual las
controversias quedan a la orden del día como plantea Damiani (1997) frente a la
epistemología como necesidad de buscar discursos mediante los cuales se
legitimen las ciencias. (p. 12)
Los dilemas metodológicos que
presentan estas cuestiones medulares acerca de la búsqueda del método
científico adaptado a las particularidades de las ciencias sociales, provienen
precisamente de la necesidad de interpretar las acciones del sujeto en su
perspectiva de reafirmación de sus propias creencias en cuanto al mundo de
significados existenciales al que hacen referencia al actuar libremente, de
modo especial en cuanto a las tomas de decisiones en el mundo de la cultura
organizacional, sobre todo en el área de la gerencia en donde la toma de
decisiones es constante, y cobra sentido de diálogo y de encuentro en el
sistema educativo, la formación educativa es encuentro interpersonal.
Por tanto, las ciencias sociales
son científicas solamente en cuanto a
interpretación, es decir, la hermenéutica es la posibilidad de hacer ciencia
sociales, lo humano y social se comprende, se interpreta. Las ciencias sociales
no son objetivas en cuanto a su posibilidad de reducción a las dimensiones
matemática de lo humano, de lo histórico; es decir, su método es relación a la
hermenéutica que se acerca al fenómeno humano por excelencia.
No se trata de una
“interpretación de los resultados”, típica de las investigaciones propias del
paradigma positivista. En ello, el positivismo es claro al considerar que las
acciones humanas encierran su propia posibilidad de aplicación del método
objetivo –el conductismo psicológico—, tal como ocurre con los postulados del
positivismo lógico en su interpretación acerca de los enunciados
proposicionales, en tanto descriptores de una “realidad dada” al observador sin
más.
En el positivismo de cualquier
índole, la interpretación es la negación de lo interpretativo, se trata de una
“lectura objetiva” de lo arrojado en los datos obtenidos. No hay libertad, no
hay subjetivismo, no existe el aporte personal.
En consecuencia, en esta primera entrega, nos acercaremos a la
interpretación de la hermenéutica realizada por Dilthey (1833-1911) como uno de
los pilares de la hermenéutica como método antropológico, que no se aplica a lo
positivo, a lo objetivo, sino a lo trascendental al dato, al hecho, a lo
descrito, y en el caso del ser humano, la hermenéutica interpreta la dimensión
de la acciones libres, de las decisiones; el animal, las cosas no deciden,
actúan; el hombre interpreta alternativas y decide, es un ser que ejerce la
libertad; el hombre se hace histórico, así, la hermenéutica se convierte en un
problema antropológico, de interpretación de lo vivido.
En efecto, la postura epistémica
que encierra el positivismo, es que los enunciados proposicionales propios de
un lenguaje objetivo acerca de la naturaleza es realmente posible, y por tanto,
debe ser aplicado a todos los ámbitos científicos, incluyendo el social y el
educativo, ya que en el fondo el hombre es un objeto observable y cuya conducta
es medible como la de cualquier animal del planeta.
Claro, si ello es absolutamente
verdadero, entonces, desde esta perspectiva, no es posible establecer tampoco
criterios de cientificidad de esa realidad que le da vida mundana, que siempre
escapa a lo cuantitativo.
De ahí la importancia de las posturas
históricas y hermenéuticas de Dilthey, en donde el hombre y la sociedad cobran
su sentido humano, y no por eso, ajenos a la posibilidad de hacer estudios,
investigaciones que nos lleven a la formulación de reflexiones teóricas
válidas, de lo que se trata es de
comprender-hermenéutica— y no solamente de describir –positivismo—. La opción
que se abre al estudio de lo humano es la Hermenéutica como él desde donde se
hacen los discursos científicos de lo
social. Y Dilthey fue sin duda, uno de los pioneros de este modo hermenéutico
de hacer investigaciones en el área de las ciencias sociales y educativas.