7 de diciembre de 2012

COACHING Y GESTIÓN ONTOLÓGICA

Por Dra. Urbana Hernández de Rojas


RESUMEN


El estudio del Coaching y Gestión Ontológica requiere de un preámbulo acerca del lenguaje y la comunicación, por cuánto estas son la base para expresar las ideas acerca de nosotros y de los otros en las organizaciones, instituciones, familia y círculos de amistades entre otros, con el fin de lograr el crecimiento y desarrollo de todos los involucrados. En el contexto organizacional aparece el coaching como una oportunidad para llevar a una (s) persona (s) a alcanzar sus propósitos de vida, profesionales y de trabajo. Existen diversos tipos de coaching:  personal, ejecutivo, empresarial, profesional, educativo y deportivo, entre otros. En este caso se desarrollará el coaching ontológico, el cual es fundamentalmente cambio, creatividad y aprendizaje: es una manera distinta de interpretar a los seres humanos, su modo de relacionarse, de actuar y de alcanzar sus objetivos.
La gestión ontológica desde el enfoque del coaching, plantea la organización como el conjunto de individuos que interactúan para generar óptimos resultados, por cuanto, en ellas hay conocimientos, experiencias, juicios maestros, paradigmas, culturas y estados de ánimo, las cuales  se dan a través del lenguaje organizacional. El interesante mundo del coaching consiste fundamentalmente en valorar la experiencia desde la perspectiva individual y colectiva, ya que la persona es un observador con su propia historia y es allí donde el coaching hace su trabajo trascendente de manera particular y transpersonal.
            En este sentido, Gerenciar es el arte de lograr, actuando sobre los actores clave que son los que hacen juicios y acciones en un contexto organizacional con el propósito de obtener logros y propósitos preestablecidos. Esta gerencia según Hidalgo (2009) se desarrolla a través de cinco dominios: el de la realidad, el de la posibilidad, el de la relación, el de la acción y los resultados, y el de la gestión del aprendizaje. Estos cinco dominios se separan e integran en una dinámica dialógica fundamentada en el ser de las personas y su interaccón con el coach, con el fin de maximizar el rendimiento y bienestar de los coachados y una gestión de calidad para la organización, para producir los cambios necesarios en un contexto dinámico y transformacional como es el entorno social actual y del futuro.

LENGUAJE Y ACCIÓN COMUNICATIVA


             La comunicación entre los seres humanos es fundamental para alcanzar standares de bienestar, intercambio, vivencias y experiencias que se desarrollan básicamente a través del lenguaje oral, y escrito, y  de la comunicación no verbal dada por la gestualidad y corporalidad. El término lenguaje hace referencia a la actividad guiada por un sistema de signos combinados entre sí por ciertas reglas. Por ello, la reflexión filosófica sobre el lenguaje, es tan antigua como la propia filosofía, “desde Sócrates muchos filósofos han llamado la atención  sobre la necesidad de analizar el lenguaje con el que describimos la realidad para mejorar nuestro conocimiento de ella”. Moreno, (1997)
En efecto la comunicación es la base para expresar las ideas y opiniones que tenemos acerca de nosotros (yo) y de los otros (tú) de allí, que se derive como basamento de todo lo relacionado con la gestión de organizaciones de diversa naturaleza, no es posible desarrollar la gestión de una institución sin que sea mediada por la comunicación y su diversidad personal o tecnológica.

 COACHING ONTOLÓGICO

            Según Echeverría (2005) se define el coaching ontológico, como el proceso de aprendizaje y no como un proceso terapéutico. En el coaching, el rol del coach es activo, pero, el que conduce el proceso es el coachado, así como la validación del proceso y sus resultados. El coaching se fundamenta en el principio de autonomía del coachado, es el quien decide, quien opta y por último, es el que resuelve. El coaching normalmente se solicita cuando tenemos un quiebre, es decir, algo no está funcionando en nuestras vidas, en nuestro trabajo, y no sabemos como hacernos cargo de ello; es una apertura al alma de la persona que lo declara como tal. Es el coachado quien convierte a alguien en coach, al darle a esa persona el permiso para involucrarse en una interacción con él, bajo unos parámetros de confianza y buscando la solución a su quiebre con una visión de esperanza y autoridad hacia el coach. Como se ha dicho en párrafos precedentes la mediación entre las personas se establece a través de la comunicación, de relaciones dialógicas, que crean un espacio en el sistema para cambiar su estructura y conservar el cambio. La plasticidad se hace presente en esta revisión constante de objetivos, acciones resultados, tanto en la persona, como en la organización. El coaching ontológico es posible gracias a la plasticidad de las personas, aunque no se pueda cambiar la historia de las personas, se puede reinterpretar y construir la estructura del futuro interviniendo el presente
Según Echeverría (2005) el coaching ontológico presenta tres etapas: (a) La etapa de introducción. (b) La etapa de interpretación y (c) La etapa de intervención. A continuación se explicará en que consiste cada una de ellas.

  Etapa de Introducción: luego de establecer el raport correspondiente entre coach y coachado, suele iniciarse esta etapa con una declaración de quiebre por parte del coachado y también declarar la necesidad del coach; en esta fase el coachado le confiere al coach la autoridad y confianza necesaria para que lo ayude. En este momento el coach requiere de un diseño especial, por cuanto puede presentarse lo siguiente (a) Posible confusión de roles entre el directivo y el coach. (b) Creación previa de un contexto que haga posible un proceso de coaching que no es solicitado por el coachado. (c) Quedan en manos del directivo  la evaluación global de los procesos del coaching y el desempeño de los coachados, así como la permanencia de estos en la organización. (d) Los procesos de coaching al interior del trabajo resultan más superficiales; aunados a aspectos relacionados con el propio trabajo. (e) Hay que discernir el grado de exposición pública que ha de tener el coaching, donde se aprecia si los resultados son de trascendencia y profundidad para el coachado y provee una ganancia de aprendizaje organizacional, y (f) El directivo/coach no teme reconocer sus debilidades y en corregir públicamente sus debilidades. En esta etapa de introducción es necesario identificar el quiebre de apertura, el cual es lo declarado por el coachado.
 Etapa de Interpretación: Es la segunda etapa del coaching, donde se parte del quiebre declarado hacia una mejor comprensión (interpretación) de la estructura de coherencia del coachado. Algunas preguntas sugeridas en esta etapa son ¿Qué le impide al coachado observar lo que le permitiría hacerse cargo de la situación? ¿Qué le impide actuar? ¿Qué lo bloquea?; para ello debe tenerse presente la corporalidad, la emocionalidad y el lenguaje, áreas que se han descrito anteriormente. La tarea del coach es identificar juicios y emociones que conforman los límites del alma humana, mostrar los efectos que ellos ejercen en nuestras vidas y trabajar para sustituirlos por otros desde los cuales se expandan nuestras posibilidades.
          Etapa de Intervención: Las diversas etapas del coaching no se dan con tanta claridad en la práctica, ellas representan un proceso heurístico, pero dinámico en ritmo y emocionalidad en la interacción coach-coachado. En esta fase el coach debe pararse fuera de la estructura de coherencia del coachado, desde sus juicios y emocionalidades. En esta etapa es necesario centrarse en la acción, ayudarlo a generar sentidos nuevos, la palabra del coach es la que guía al cochado, el carácter generativo del lenguaje ahora se hace presente, para desplazarlo a una forma de ser diferente a través del cambio de sus comportamientos y manera de actuar; es decir, ejecutar las acciones que antes no asumía, lo que contribuirá a que tanto él como los demás cambiarán su interpretación sobre su ser..
El coaching ontológico es fundamentalmente cambio, creatividad y aprendizaje, es una disciplina que aporta una manera distinta de interpretar a los seres humanos, su modo de relacionarse, de actuar y de alcanzar los objetivos que se proponen para sí mismos, para sus empresas y la sociedad.

GESTIÓN ONTOLÓGICA

La Gestión Ontológica, Dimensión Lingüistica del Trabajo Gerencial

            Revisado el interesante mundo del coaching y sus implicaciones en la mejora del rendimiento laboral, personal, físico, emocional, psicológico y social entre otros, a continuación se presentan los valiosos aportes de Hidalgo (2009) y aunque no se colocan las comillas a los diferentes párrafos, esta visión de la gestión ontológica será enfocada desde las ideas y perspectivas de la autora mencionada, la cual plantea la gestión ontológica o la dimensión lingüística del trabajo gerencial como preámbulo del estudio de los dominios necesarios para garantizar una gestión efectiva. Mirar la organización desde la perspectiva del coaching es el modelo del observador, la acción y los resultados.                             

Dominios para Garantizar una Gestión Efectiva

            La gerencia (la acción de las personas) actúa en dominios que deciden la efectividad de esa acción gerencial y se plantea que un gerente que quiera ser eficiente y eficaz y además tenga la posibilidad de ejercer liderazgo, tiene que actuar en cinco dimensiones o dominios y en esas cinco dimensiones tiene que ser competente y  obtener resultados: 1º. El dominio de la Realidad, 2º. El dominio de la Posibilidad, 3º. El dominio de la Acción y los Resultados 4º. El dominio de la Relación, 5º. El domino de la Gestión del Aprendizaje

El Primer Dominio: La Realidad

            No podemos decir que hay una realidad que es independiente al observador que observa, es la realidad, que podemos compartir dado el espacio cultural que habitamos, la que vamos a gestionar. Nosotros no podemos ver ni distinguir nada en independencia de nosotros mismos. Ahora, uno como ser humano está percibiendo un mundo que lo rodea, por eso hablamos de fenomenología, que es lo que nuestros sentidos pueden percibir. Ahora, ¿es eso relevante para la realidad que estoy manejando?, ¿es eso relevante para la realidad de la persona que estoy coachando?. ¿Cómo tomamos datos de la realidad?, ¿Cuáles, entre tantos datos y tanta información es relevante?, ¿Qué tecnología maneja?, dadas estas interrogantes se plantea que el manejo de la realidad define también el tamaño del mundo de la(s) persona(s) que tienes como coachados; como coach se debe demostrar el manejo de la realidad de la organización.                     Por esta razón se deben considerar las siguientes afirmaciones: (a) La palabra se adapta al mundo, (b) Se hace desde un espacio de distinciones ya establecido, (c) Es el lenguaje de los fenómenos o de los hechos, (d) Pueden ser verdaderas, falsas o indecisas, y (e) Compromiso social adquirido:, plantearse qué afirmaciones estoy manejando, cómo estoy gerenciando la realidad qué es relevante para mí y para el cochado, distinguir como coach que es lo que uno tiene que saber.

El Segundo Dominio: La Posibilidad

            . La efectividad en la acción gerencial implica la capacidad de gestionar lo que es posible ¿ Cómo podemos ser efectivos si no decimos lo que es posible? ¿Cómo ser efectivos si no sabemos lo que queremos y a dónde vamos? ¿ Cómo podemos lograr lo que queremos si no estamos comprometidos. Declaramos cosas que son posibles. Para gerenciar la posibilidad, es necesario hacer las siguientes declaraciones: (a) El mundo se adapta a la palabra, (b) Generan una nueva realidad, un nuevo mundo, (c) Están relacionadas con el poder, es la capacidad para hacerlas cumplir. (d) Pueden ser válidas e inválidas, (e) Compromiso social adquirido: comportamiento consistente, autoridad. El coach debe atreverse a provocar al coachado a que salga de los espacios donde pudiera estar enclaustrado.  

El Tercer Dominio: La Gestión de los Resultados:

            Este dominio es el de la acción, porque la acción es lo que va a transformar lo que existe hoy, para que sea lo que puede ser. Es aquí donde aparecen los actos de la coordinación, porque lo que se visiona en un contexto organizacional, es es la acción y los resultados, lo que queremos que sea y, que no puede hacerse solo. Aquí el tema es la acción y los resultados ¿Cómo podemos ser efectivos?, no olvidemos que el planteamiento es por la efectividad gerencial y ese es el discurso del coaching ontológico. Pero cuando se habla de gestión de resultados los temas son otros: ¿Qué es lo que hay que hacer?, ¿Quién tiene que hacer qué?, ¿Cuándo lo tiene que hacer?, ¿Cómo tiene que hacerlo?, ¿Cómo nos vamos a asegurar que lo que estamos diciendo va a ocurrir?, ¿Quién se compromete a qué?, ¿Quién es responsable?. Para gerenciar los resultados es necesario una serie de herramientas, tales como: peticiones, ofertas y promesas.

El Cuarto Dominio: La Relación:

En el dominio de relación se establece la interacción con otros seres humanos como nosotros, así como también con otros observadores y es como si se observara la organización; Estas relaciones que hablan de quienes somos y de la identidad que nosotros vamos construyendo y generando, quien soy para el otro, que historia se cuenta el otro de mí y esa historia tiene sus consecuencias en el proceso de coaching, se habla hoy en día de capital relacional.
            Para gerenciar en el dominio de la relación es necesario el umbral de la transparencia, por cuanto surge el mundo de lo inmediato, sobrevienen los juicios automáticos, aparecen los compromisos previos, se distinguen las herramientas, se establece una red de ayuda.
En cuanto al dominio de la relación en la gestión ontológica es importante verificar la satisfacción o juicio que hace alguien de la relación con el coach, es decir la satisfacción del cliente y por ende la organización;
            En este dominio de la relación, otra dimensión es la lealtad que es muy distinta a la satisfacción, por cuanto este es un nivel de compromiso de uno con el otro.

El Quinto Dominio: La Gestión del Aprendizaje:

            Con el tema de la gestión de aprendizaje podemos hablar claramente sobre quiénes somos y cómo trabajamos y el coach se puede posicionar en la organización explicando que el coach trabaja sobre la gestión de aprendizaje.            Una de las cosas que un coach tiene que trabajar con los clientes o ejecutivos es  ayudarlo a estructurar todo lo que necesita para generar el sistema de aprendizaje para que lo apoye. El proceso de cambio es un proceso de aprendizaje. Así los coaches pueden aportar mucho a la gestión de aprendizaje en la organización.
            Los enemigos del aprendizaje, van de la mano con el tema de la cultura, en una organización gestionar la cultura, es equivalente a decir, trabajar en el ser; detrás del ser está la acción, la forma de ser condiciona la acción y los resultados. Es importante destapar la cultura para propiciar los cambios que sean necesarios para el crecimiento y aprendizaje organizacional.

CONCLUSIONES

           El coaching ontológico se fundamenta en la autonomía del coachado; es él quien decide, quien opta y por último es el que resuelve.
            La gestión ontológica emerge del ser de la persona, de las personas y de la organización como sistema complejo, donde confluyen una serie de condiciones, procesos, experiencias, acciones,  resultados que conducen a un aprendizaje permanente de alto nivel de desempeño y un posicionamiento de éxito creciente
            En la gestión ontológica se considera la organización como la integración de personas, pero cada una de ellas tiene su propia historia, hay consecuencias profesionales y organizacionales por cuanto cada una tiene sus propios modelos mentales, emociones y corporalidad y es allí, donde el coaching interviene para lograr los máximos resultados esperados, tanto a nivel individual grupal como organizacional, partiendo de la gestión de la realidad, de la gestión de la posibilidad, la gestión de la acción y resultados, la gestión de la relación, y la gestión del aprendizaje.

 REFERENCIAS


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Hidalgo, I. (2009).Gestión Ontológica. Miranda. Edit. Mil Palabras.

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Moreno, M. (1997). Diccionario de pensamiento contemporáneo. Madrid. Ed. San
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