Por Dra. Amelia Dorta Quintana
El
entorno cambiante en que vivimos, es urgente que los líderes construyan la
confianza y la credibilidad
El
componente principal de la credibilidad es la honestidad. En
investigaciones sobre el tema arrojo, que la honestidad es la
característica número uno de los líderes admirados.
Por
otra parte, Robbins y Coulter (2010), plantea que la confianza está estrechamente
entrelazada con el concepto de credibilidad confían en
un líder están dispuestos a ser vulnerables a las acciones del líder
porque confían en que nadie abusara de sus derechos e intereses.
Las
investigaciones de Myers-Briggs (2000) han identificado cinco dimensiones
que forman el concepto de confianza:
·
Integridad. Honestidad y veracidad.
·
Competencia. Conocimiento y habilidad técnicas e interpersonales.
·
Consistencia. Fiabilidad, previsibilidad y buen juicio a la hora de
manejar situaciones.
·
Lealtad. Disposición para proteger a una persona, física y
emocionalmente.
·
Apertura. Disposición para compartir de manera libre las ideas y
información.
De estas cinco dimensiones, la integridad parece ser la más importante
cuando alguien evalúa la honradez de otra persona. Anteriormente ya analizamos
los conceptos de integridad y competencia como rasgos asociados con el
liderazgo.
Para el
desarrollo de la confianza, los gerentes guían a
los miembros del equipo hacia el otorgamiento de
facultades de decisión y los equipos autodirigidos, ha reducido muchos de
los mecanismos de control tradicionales para monitorear a los empleados. Si un
equipo de trabajo tiene la libertad de programar su propio trabajo. Evaluar su
propio desempeño, e incluso tomar sus propias decisiones de contratación, la
confianza se vuelve algo crítico. Los empleados tienen que confiar en los
gerentes para tratarlos justamente, y los gerentes deben confiar en los
empleados para cumplir a plenitud con sus responsabilidades.
Covey (2008) señala que la confianza ha sido
siempre fundamental tanto en nuestras relaciones laborales como en las
personales. Sin embargo, es un elemento que solemos dar por sentado a pesar de
que vivimos en una época signada por escándalos corporativos.
No hay virtud más valiosa que la confianza: todo líder debería aprender a cultivarla y promocionarla a lo largo y ancho de su organización. La razón es que la confianza incide en la velocidad y los costos. Si hay poca confianza, habrá poca velocidad y los costos aumentarán. En cambio, cuando hay confianza, la velocidad aumenta y los costos disminuyen.
Piense en su propia experiencia. ¿En quién confía usted? ¿Por qué confía
en estas personas? ¿Quién confía en usted?
La confianza depende de dos elementos:
- Personalidad: tiene que ver con la
integridad, los motivos y la intención.
- Competencia: tiene que ver con las
habilidades, las destrezas, los resultados y el historial de la persona.
Por ejemplo, aunque consideremos que una persona dada es sincera y
honesta, no confiaremos en la misma hasta que no obtenga resultados. También es
posible que no confiemos en una persona a pesar de ser extremadamente talentosa
y capaz.
¿Cómo podemos establecer, cultivar, aumentar y mantener la confianza?
Debemos cambiar o mejorar nuestro comportamiento y nuestro modo de ver y
hablar. Esto quiere decir que, aparte de cambiar de paradigma, también debemos
cambiar nuestra forma de hablar y nuestro comportamiento.
Covey y Merril (2008), establecen 5 olas. entre estas tenemos:
- La primera ola es confiar en
uno mismo: La
primera ola es confiar en uno mismo. Esto significa confiar en nuestra
habilidad para establecer y alcanzar objetivos, honrar compromisos y hacer
lo que decimos que vamos a hacer, así como para inspirar a los demás. Este
principio fundamental es la credibilidad.
- La segunda ola: Relación de
confianza: La segunda ola tiene que ver con aprender a establecer e
incrementar la confianza entre usted y los demás. El principio fundamental
aquí es mantener un “comportamiento coherente”, que permita generar confianza
entre las partes y alcanzar los resultado
- La tercera ola: Confianza
organizacional: Tener confianza organizacional tiene que ver con el modo en
que los líderes generan confianza en las organizaciones. El principio
fundamental aquí es el “alineamiento”, que ayuda a los líderes a crear
estructuras, sistemas y símbolos de confianza organizacional.
- La cuarta ola: Confianza en
el mercado: El principio fundamental aquí es la “reputación”. Esto tiene que
ver con la marca de la compañía, que refleja la confianza que tienen en
nosotros los clientes, los inversionistas y otros interesados. La
reputación es muy importante a todo nivel y es posible generarla.
- La quinta ola: Confianza en
la sociedad: tiene
que ver con crear valores para los demás y para la sociedad en su
conjunto. El principio fundamental aquí es “contribución”. Al contribuir
con la comunidad, contrarrestamos el cinismo y la falta de confianza
dentro de la sociedad.
Extender una confianza inteligente
La gran pregunta es cómo sabemos cuándo confiar en alguien. Y al final
debemos reconocer que la vida está repleta de riesgos. El objetivo es, pues, no
tratar de evitar los riesgos (porque es imposible), pero gerenciar los riesgos
sabiamente.
Marsden (2000) descubrió cinco (5) elementos relacionados al síndrome de
la confianza baja y destaca que el primero es la clave de todos los demás:
La gerencia determina la forma de hacer las tareas
en la organización y los roles de los empleados como si los trabajadores no
pudieran realizar el trabajo por ellos mismos, y por ende, se transmite que no
son dignos de confianza.
1. El supervisor indica
todo lo que hay que hacer, por lo tanto prevalece la noción de supervisión
cerrada.
2. Las actividades de
los empleados son coordinadas y restringidas por reglas estandarizadas y
rutinarias.
3. La gerencia tiene un
sistema de castigo porque presume que los empleados pueden ir en contra de la
corriente, descuidando así las reglas de trabajo y las metas organizacionales.
4. Los empleados ven al
supervisor como un adversario, y lo atacan para resolver sus conflictos.
Elangovan & Shapiro (1998), también se han identificado
conductas que tienen los supervisores con sus subordinados, que se pueden
llamar traición de la confianza, éstas son: conductas de coerción y amenaza,
incumplir promesas, culpar a los empleados de los errores personales, tener
favoritismo, hostigar sexualmente, marcharse inapropiadamente y hacer mal uso
de la información privada. Similarmente, Bies & Tripp (1996) presentan
una lista de acciones que se consideran una violación a la confianza, éstas son:
(1) cambios de las reglas (después de hechas), (2) romper contratos, (3) romper
promesas, (4) mentiras, (5) robo de ideas, (6) falsas acusaciones y (7)
divulgación de la confidencialidad.
Ahora, más que nunca, la efectividad gerencial depende de la habilidad
de ganarse la confianza de los seguidores, asi lograr resultados laborales
positivos y el compromiso organizacional.
Los planteamientos
anteriores, refuezan lo que señala Echeverría (2011) que la generación de
confianza está fuertemente asociada a la habilidad para comunicarse con otros.
Las competencias conversacionales
Son unas herramientas fundamentales en la
generación de confianza en las organizaciones, entendemos como primordiales las
siguientes:
·
Escuchar
efectivamente: Escuchar al otro
intentando entender sus pensamientos, sentimientos, experiencias y puntos de
vista. Escuchar con los oídos, con los ojos y con el corazón. Sentirse escuchado y
comprendido influye en la confianza que las personas se inspiran mutuamente.
·
La veracidad al informar: Informar significa
proporcionar hechos y/o datos que dan cuenta de realidades comprobables. La
veracidad de la información alimenta la confianza y aumenta la posibilidad de
operar efectivamente. Cuando la percepción del otro es que la información
brinda es incorrecta, no está debidamente constatada o es incompleta, se va
generando una sensación de desorientación que va socavando la confianza.
·
Solidez en las opiniones: Las opiniones
vertidas serán consideradas confiables por los demás en la medida que estén
fundadas, es decir, cuando los interlocutores pueden apreciar en que se ha
besado la conclusión.
·
Saber dar y recibir feedback: implica saber dar y
recibir opiniones, debidamente fundadas y orientadas al aprendizaje, sobre
determinados comportamientos. Es importante generar el contexto adecuado y
tener presente el compromiso con el aprendizaje mutuo.
·
Honrar los compromisos: Para alcanzar la
impecabilidad en el cumplimiento de los compromisos, es importante desarrollar
las competencias de pedir, ofrecer y hacer promesas, algunas personas no saben
o no se atreven a pedir u ofrecer, o lo hacen en forma inefectiva, generando
re-trabajo y produciendo desaliento.
·
Una vez que una petición o una oferta son aceptadas, constituimos una
promesa. Aprender a manejarse con impecabilidad en la constitución y
cumplimento de las promesas es determinante en el desempeño de las
organizaciones y en el aumento de sus productividad.
·
Manejo de las
diferencias: Cada persona tiene su
propia mirada de la realidad, dependiendo de diversos
factores, como su biología, su historia personal y social, y su posición.
Frente a una determinada situación, además, cada uno puede tener distintas
información, distintos intereses u objetivos. Integrando todas las miradas,
valoremos las diferencias como enriquecedoras de un resultado superador. A
través del juego de la indagación y de la exposición productiva, se genera una
conversación efectiva, donde todos se escuchan con interés y respeto, y desde
el conversación efectiva, donde todos
se escuchan con interés y respeto, y desde el convencimiento de que todos
aportaran valor a resultado final.
·
Gestión de las emociones: De acuerdo a la
emocionalidad prevaleciente en un individuo, en un equipo de trabajo o en una
organización, las acciones que se emprendan serán diferentes. Las
conversaciones pueden invadir directamente en la emocionalidad individual y del
equipo de trabajo, y por ende en las acciones que se emprendan y en
consecuencia en los resultados. La confianza requiere de un ambiente donde
prevalezca la emocionalidad positiva.
·
Temas inconversables o conversaciones difíciles: En toda
conversación existe una brecha entre lo que las personas piensan y lo que
dicen. Cuando esta brecha se acrecienta, sucede que aspectos muy importantes de
lo que se piensa, aspectos que comprometen el quehacer conjunto de la
organización, son callados. en una organización en la que esto acontece, sus
miembros pronto aprenden a desconfiar de lo que se dice, dejan de escucharse y
de conectarse. La generación de confianza requiere identificar estos
temas, conversarlos y aprender a tomar medidas para que no vuelvan a
surgir.(Schiavo,V. y López, A. 2013)
Fortalecer la organización mediante la Confianza.
1. Establece reglas sólidas y legitimas que regulen
las relaciones dentro de la organización.
2. Objetivos claros que congregan y dan sentido al
esfuerzo de cada uno. Así, los estados de ánimo y las dudas quedan excluidos, y
la solidaridad refuerza la confianza mutua durante las operaciones. .
3. El mando articulado y control de
los recursos, a fin de optimizar su uso y evitar el derroche. Visión,
buena voluntad y firmeza, imparcialidad y de dirección, y engendra la confianza
hacia la organización.
4. Compromiso personal de la gerencia y su
preocupación por el bienestar del equipo, se granjea su respeto
5. Sus ordenes son explicitas y la falta de respeto
por parte de sus subalternos es seguida por una sensación inmediata, para que
cada uno regule su conducta de acuerdo con sus normas de disciplina y pueda así
evaluar la de los otros.
6. La falta de equidad, la arbitrariedad acarrea
incomprensión, resentimiento y pérdida de eficacia.
En conclusión: El estudio sobre la confianza organizacional es un tema
apasionante, de ella depende la productividad y la satisfacción laboral.
Constituye un reto reconstruir y restaurar la confianza de sus empleados y
comunidad.
BIBLIOGRAFÍA
Covey, S. (2008). El factor confianza. El valor que lo cambia todo, 1era
Edición, Paidos, Buenos Aires.
Echeverría R. (2011) La empresa emergente. La confianza y los desafíos
de la transformación, Editorial Granica, Buenos Aires.
Drucker P. (2004) What makes an Effective Executive, Hardverd Buiness
Review, junio.
Robbins, S. y Coulter, M. (2010) Administración. Editorial Pearson.
México
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