Por Dra. Scarlet Kiriloffs de Aguilar
En
tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñaran del
futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo estarán bien equipados
para un mundo que ya no existe"
Eric Hoffer
Eric Hoffer
Si consideramos el aprendizaje como un conjunto de pasos que da un individuo para adquirir un determinado conocimiento, ya sea un concepto, u procedimiento o bien una actitud, podríamos definir el Coaching como un proceso estructurado que pretende que las personas adquieran nuevas competencias, recursos o actitudes que le permita alcanzar los objetivos propuestos. Estos dos constructos son los que a continuación se abordan como temática central.
Anzorena, (2006), señala que el Coaching es un proceso sistemático que facilita el aprendizaje y promueve cambios cognitivos, emocionales y conductuales que expanden la capacidad de acción en función del logro de las metas propuestas. Se trata de una disciplina emergente que trabaja en la facilitación de los procesos de desarrollo de las personas: en la evolución profesional, en los tránsitos de la carrera laboral, en el logro de objetivos, en la disolución de obstáculos para el crecimiento personal y en la búsqueda del mejoramiento de los niveles de rendimiento entre otros.
El autor ante mencionado destaca que en el ámbito organizacional, el Coaching se afianza como una poderosa herramienta que potencia el liderazgo, facilita el desempeño y acompaña procesos de capacitación y entrenamiento a los efectos de garantizar la efectiva adquisición de las competencias. Posee una gran semejanza con el concepto de la Mayéutica acuñado por Sócrates, quien afirmaba que “No puedo enseñarle nada a nadie, sólo puedo hacerlos pensar” y por lo tanto él, como gran maestro, conducía el camino del aprendizaje a través de las preguntas, dejando que sus discípulos o interlocutores fuesen encontrando sus propias respuestas y soluciones a los problemas planteados.
Cabe destacar que Sócrates denominó Mayéutica a esta metodología de indagación, que quiere decir “arte de las parteras”. Utilizó esta metáfora para señalar la profundidad de esta práctica de indagación, tal cual la concebía. Sostenía que él ejercía un arte parecido al de su madre, Fenáreta, que era comadrona (partera). Decía que las comadronas eran parteras de cuerpos, que ayudaban a dar a luz, pero no daban a luz, mientras que él era un partero de almas, que ayudaba a encontrar las respuestas, pero no daba respuestas. Este método de indagación a través del cual guiaba a las personas a buscar nuevos sentidos y a reflexionar sobre distintas situaciones buscando otros puntos de vista, es lo más parecido a nuestra concepción del Coaching.
El método Socrático conocido como técnica para adquirir conocimientos por medio de la conversación, está plasmado en las obras de Platón, donde aparece Sócrates como protagonista preguntando a sus interlocutores, para que éstos adquieran conocimiento y así llegar a la verdad de las cosas. Es una forma de dialéctica para transformar la verdad, cuestionando los conceptos formados, transferidos o adquiridos.
La idea básica de de la
filosofía Socrática que tiene gran correspondencia con el Coaching, podemos
leerla en una de sus citas: “No existe el enseñar, sino sólo el aprender”. El
método Socrático, arte de la mayéutica o método de la partera, es la base
metodológica del Coaching. Éste proceso estaba fundamentado en una
paradoja y dos premisas: 1.- No podemos
confiar en nuestros conocimientos dado que muchos de ellos, no tienen base
racional. 2.- El conocimiento verdadero
se encuentra en nosotros, si lo buscamos mediante preguntas correctas.
Esta paradoja es fundamental como base metodológica del Coaching: Todos tenemos
conocimiento en nuestro interior, la cuestión está en descubrir ese
conocimiento bajo las pautas del autoconocimiento, pudiendo ser potenciado con
la ayuda de un coach.- profesor.
El Coaching es definido, como el arte de hacer
pregunta para ayudar a las personas a través del aprendizaje, en la exploración y el
descubrimiento de nuevas creencias que tienen como resultados nuevos
objetivos”. El Coaching es un estilo de conducción, una forma de gestión que
facilita el desarrollo de las personas, brinda oportunidades de aprendizaje que
provocan la toma de conciencia del propio potencial, ayuda a desarrollar nuevas
estrategias de pensamiento y acción, a
definir y consolidar metas, potenciando
la autonomía y la creatividad. De igual manera, se podrá considerar como la columna
vertebral del Coaching, las preguntas poderosas como la herramienta central del
proceso. Estas deberán ser preferiblemente: cortas
y simples, abiertas, precisas, que orienten al estudiante a emprender una
acción, que estén orientadas al objetivo y no al problema, que estén centradas
en el presente y futuro y no en el
pasado, que estén planteadas con un propósito definido y honesto, que inviten
al estudiante a reflexionar y a tomar conciencia y que susciten estados
emocionales en el estudiante que lo impulsen a tomar acción.
Tales preguntas podrán ser: ¿De
qué vamos hablar hoy?, ¿Qué importante es para ti?, ¿Cómo te sientes hoy?
¿Cuales son tus opciones?, ¿Que recursos tienes para?, ¿A qué te comprometes?,
¿Cuando empezaras? La habilidad del proceso del Coaching está en conectarse,
escuchar, intuir, comunicar, retomar; sin hacer juicio de las respuestas
emitidas por el estudiante.
Sabemos que un coach-profesor no
da consejos, ni emite opiniones y mucho menos juzga lo que el estudiante le expresa. En el Coaching se parte de la
premisa de que el estudiante es el único que tiene las respuestas para sus
preguntas. La tarea del coach-profesor es "iluminar" ciertas áreas o zonas
desconocidas hasta el momento por el estudiante. Para lograr este objetivo el
coach-profesor plantea a su cliente diferentes preguntas que lo ayuden a
generar espacios de reflexión a partir de los cuales saldrán las respuestas y
acciones necesarias que lo ayudarán a lograr sus metas.
Otra herramienta a considerar en el proceso del Coaching, es la “escucha profunda”. Escuchar no sólo es seguir con atención el flujo de palabras, sino abrazar, aceptar y gradualmente dejar de lado nuestro propio clamor interior. Nos permitirá percibir de una forma más directa las diferentes maneras en que participamos en el mundo que nos rodea. Se utiliza como una habilidad estratégica del docente la cual se inicia con el respeto. Respetar significa, entre otras cosas, honrar los límites de la gente, ser sensibles a ellos sin tratar de forzarlos, sin querer que se adapten a nuestras propias ideas. Respetar significa también no distanciarse de las personas cuando dicen algo que no nos gusta. Respetar es, por último, comprender que todo el mundo puede aprender algo. Nuestra escucha es profunda cuando aceptamos humildemente que no tenemos toda la verdad y que necesitamos estar abiertos a la verdad de los otros para reconocer una totalidad que, de otra manera, se nos escapa.
El Coaching consiste en
analizar el presente y trazar el futuro. Este camino se inicia con una buena
conciencia del ahora, por lo que el trabajo del profesor en el aula consistiría
en despertar al alumno de lo que está sucediendo en el momento presente. El
alumno necesitaría ser consciente del”aquí y el ahora”, de lo que sucede en
este momento, ya que de otro modo no se daría cuenta de cómo está comportándose
y de las posibilidades de mejora.
El segundo principio
fundamental de la esencia del Coaching
es la autocreencia, que es el que permite otorgar a la persona la
capacidad y recursos suficientes para saber que puede conseguir todo aquello
que se proponga. En el ámbito de la docencia se podría traducir de la siguiente
manera: “el alumno que crea en si mismo, también creerá en sus compañeros, en
el sistema de enseñanza y en la sociedad en general”. Esta creencia positiva y
posibilitadora es una puerta abierta al cambio y al desarrollo personal y
pedagógico del alumno.
Otras de las responsabilidades del coach -
profesor es de observador activo, cuestiona, interroga, enseña incluso a
preguntar, pero debe abstenerse de establecer conclusiones. A menudo, ni
siquiera da respuestas, el cliente que realmente aprende se da cuenta por sí
mismo de lo que hace mal, en el desarrollo de las funciones que se ha
propuesto, quizás pueda compararse al coach con un entrenador pero sólo desde
la óptica de la potenciación y si acaso el desarrollo de habilidades del
aprendiz, pues a menudo, ni siquiera prescribe sólo observa y pone en
evidencia.
Apoya a fijar metas mejor diseñadas, a
alcanzarlas y seguir más allá, define con el coachee (estudiante) sus necesidades y
objetivos, centra al coachee en lo que más importa, hace que el coachee se responsabilice
de sus elecciones, motiva durante el
aprendizaje hacia la superación personal, trabaja para influir positivamente en
el comportamiento del coachee, insiste en el desarrollo de la capacidad de acción de
cada persona, anima a las personas a aprender y seguir aprendiendo para después
actuar, colabora en el descubrimiento de las cualidades y talentos del coachee,
trabaja para transformar las creencias del coachee que limitan las
oportunidades de éste, acompaña al coachee en la elaboración de su estrategia
de aprendizaje.
El coach – profesor en su rol, tendrá como función primordial el hacer
preguntas que estimulen a reflexionar, a recapacitar críticamente acerca de los
supuestos indudables, a poner en cuestión las creencias, a conmover las
certezas y a tornar discutible lo que se considera incuestionable. El trabajo
del coach se sustenta más en los signos de interrogación que en los de
admiración. Su misión es hacer que cada persona alcance sus propias
comprensiones, viva con más conciencia y autenticidad y logre desplegar su
potencialidad en el logro de sus objetivos.
El coach-profesor puede
mostrar posibilidades que no están siendo consideradas, sugerir
interpretaciones o plantear rumbos de acción, pero nunca indica lo que “debe”
hacerse sino que deja el poder de elección y acción en manos de la persona. Al
decir de Virginia Satir: "Nadie puede convencer a otro de que cambie. Cada
uno de nosotros custodia una puerta del cambio que sólo puede abrirse desde
adentro”.
Según Bou, (2007), “el
modelo educativo en el Coaching, será cooperativo, no directivo, basado en
procesos de aprender a aprender, en el que los estudiantes hacen más que
acumular información, llevan a cabo cambios en profundidad, transformaciones
que afectan tanto a costumbres emocionales y a sus hábitos de pensamiento como
la capacidad de continuar aprendiendo”. (pág. 15)
La importancia del Coaching como herramienta de aprendizaje,
juega un papel de significativa relevancia en el proceso educativo considerando
las exigencias existente en los actuales
momentos en centrar el aprendizaje en el estudiante, atendiendo necesidades e
intereses, respetando sus ideas previas,.
Albert Einstein
REFERENCIAS
Anzorena, O. (2006).
Coaching
y aprendizaje transformacional. [Documento en Línea] Disponible en: TRACE
COMMUNICATION 2011.[Texto en Línea]. Disponible en:
http://www.pnlnet.com/chasq/a/17842 [consulta: 2011, Febrero, 19].
Bou, J.
(2007). Coaching para Docentes. Editorial
Club Universitario. Tercera Edición San Vicente, Alicante. España.
Medina,
L y Perichon, A.(2008) Coaching Educacional. Una nueva
visión de la orientación vocacional. Editorial Bonum. Buenos Aires
Republica Argentina.
Ravier, L.
(2005): Arte y Ciencia del Coaching, su Historia, Filosofía y Esencia. Editorial Dunken Buenos Aires.
Wolk, L. (2003). El arte de soplar brasas. Gran
Aldea Editores .España
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