18 de enero de 2015

COACHING Y EL PODER DE LA PREGUNTA PODEROSA

Autor: Dr. Cerbeleón Murillo Ruiz
cermurilloruiz@yahoo.com


RESUMEN

Este artículo tiene como propósito fundamental explicar la importancia de la pregunta poderosa en el coaching, así como el poder transformador e iluminador que la misma tiene para cambiar la percepción y consecuentemente la realidad. Bajo esta premisa, las preguntas que formula el coach buscan obtener información sobre la situación de la persona, tanto para su propio consumo, es decir, obtener el contexto del cliente; como principalmente para promover la autoconciencia del coachee. En este contexto, una pregunta poderosa, entonces, refleja una escucha activa y un entendimiento de las perspectivas del cliente y tiene el poder de conducirlo a explorar, descubrir, profundizar, ganar claridad, aumentar su enfoque, comprometerse, tomar acción, abrir opciones o aprender cosas nuevas. En el desarrollo del artículo se utilizó la metodología de investigación  documental, sustentada en autores como: Gomá (2009), Lantigua (2011), Máñez, Navarro y Bou (s/f.), Levine (2008), O’Connor y Lages (2005), la ICF (2008) y Pérez (2010). Sobre la base del análisis realizado se concluye que atendiendo a la premisa que la calidad de nuestros cuestionamientos determina la calidad de nuestros pensamientos; se hace necesario interpretar el poder que tiene la pregunta poderosa en el contexto del coaching. Una de las mejores herramientas  del proceso coaching son las preguntas, las cuales son muy útiles para establecer con el coachee  el rapport, definir objetivos,  los medios para lograrlos y el horizonte de tiempo para alcanzar dichos objetivos. Aprender a hacer preguntas poderosas dota al coach de las competencias para hacer del coaching un proceso de valor y significado para el coachee, donde pueda encontrar opciones y respuestas. 
Descriptores: Coaching, coach, coachee, preguntas poderosas

DESARROLLO

“Si yo tuviera una hora para resolver un problema y mi vida dependiera de la solución, gastaría los primeros 55 minutos para determinar la pregunta apropiada, porque una vez que supiera la pregunta correcta, yo podría resolver el problema en menos de cinco minutos”. 

ALBERT EINSTEIN
Coaching

De acuerdo a lo planteado por la Federación Internacional de Coach (2008), (ICF por sus siglas en inglés), el coaching es definido como: “una relación profesional continua, que ayuda a las personas a producir resultados extraordinarios en sus vidas, carrera, negocios y organizaciones” (p. 19); desde esta perspectiva, se interpreta que a través de un proceso de coaching, los clientes pueden lograr la profundización de  sus aprendizajes, la optimización de su desempeño y el mejoramiento de su calidad de vida.
En este mismo orden, Pérez (2010), define el coaching como: “el arte y la disciplina de destacar, fortalecer y enriquecer el potencial del ser humano” (p.20). En esta definición la autora percibe al ser humano como un ser único, con sus propias características individuales, lo que considera como una gran obra de arte única y original, es por eso que asocia al coaching con el arte.
En relación a considerarlo una disciplina se sustenta en que un proceso de coaching se basa en un orden, en una metodología que ofrezca apoyo para el logro de los objetivos que se propone el coachee, por lo que el coaching dista de ser una conversación, un proceso al azar, por el contrario, se constituye en una disciplina que busca fortalecer y enriquecer el potencial del ser humano, el cual en algunos casos está adormecido o no ha sido potencializada en su máxima capacidad. En este sentido, se reafirma que la intención del coaching es que el coacheado busque y encuentre sus propias respuestas.
El Coaching y la Pregunta

En el transcurrir de nuestra vida, en la relación con padres, familiares, docentes, amigos, entre otros, hemos sido entrenados fundamentalmente para responder las preguntas que nos formulan, y, en algunos casos incluso somos premiados si damos la mejor respuesta, desde la perspectiva de quien formula la pregunta y en el menor tiempo posible. De allí que al iniciar un proceso de coaching, el coachee siempre está preparado para responder. Sin embargo, es importante resaltar que las preguntas que recibirá el cliente de parte de su coach, no son aquellas que habitualmente se hace a sí mismo; toda vez que estas preguntas nuevas miradas sobre el coachee y su manera de interpretar la situación, pero que además tienen la característica de sacarlo de su zona de confort. En este sentido, estas preguntas podrán agitarlo o emocionarlo, por lo que se constituyen en preguntas poderosas. Son preguntas que inspiran a pasar a la acción.
   Las Preguntas poderosas

Preguntar procede del latín percontari, que significa interrogar a alguien para que nos diga lo que sabe sobre un tema. En el proceso de Coaching las preguntas estimulan la reflexión del Coachee para que exprese lo que sabe de sí mismo, ya que es la persona con más autoridad para saber quién es y lo que necesita para lograr sus metas. La pregunta es una de las herramientas más poderosa que posee el coach.
En coaching, una pregunta poderosa es esa que te remueve, que te hace pensar y que incluso puede llevarte a ver la realidad desde otro punto de vista y a eso que para algunos es tan complicado: cambiar. Es por ello, que la pregunta poderosa se constituye en una invitación a la reflexión, a ver la realidad desde otra perspectiva y a profundizar en una cuestión a la que en la cotidianidad no le hacemos demasiado caso. Desde esta óptica, una pregunta bien formulada  puede llegar a proporcionarnos un conocimiento muy profundo de nosotros mismos y conducirnos a darnos cuenta de cuáles son las cosas que nos frenan, que nos limitan, pero también de cuáles son  nuestras potencialidades.

¿Cómo Realizar Preguntas Poderosas?
Las preguntas poderosas deben ser meticulosamente elegidas por parte del Coach, con la finalidad de ayudar a su Coachee a reflexionar, ya sea sobre posibles soluciones, momentos de su vida, problemas entre otros aspectos; en este sentido, las preguntas poderosas deben provocar una reflexión, provocar una reacción, sugerir algo, crear confianza, descubrir cosas, descubrir situaciones. Al formular preguntas poderosas se debe evitar preguntas  que inicien con “¿Por qué?”.  Estas solo conducen a detalles o justificaciones de cosas que han quedado en el pasado: “¿Por qué me está pasando esto?” ¿Por qué tomé esa decisión?” etc.  Es recomendable utilizar con mayor frecuencia preguntas “¿Qué?, o ¿Cómo?”, ellas te llevarán a ti  o a tu interlocutor a la acción, aclarando objetivos y valores “¿Qué hay de bueno en esto?”, etc.
Ratificando que las preguntas poderosas están orientadas al presente y al futuro, al hacerlas se debe preguntar con relación a: los hechos, los datos, los anhelos, las circunstancias, los implicados, las emociones, los problemas o dificultades, ideas nuevas y preferencias. Por ello:
·         Las preguntas deben de ser muy precisas
·         Formular preguntas con un propósito claramente definido 
·         Buscar preguntas que conduzcan a que el coachee tome acción, ya sea reflexionar sobre situaciones, alterativas etc.
·         Es vital empezar con preguntas abiertas e indirectas, que empiezan con:
“Cuánto” (referidas a cantidades), “cuándo” (referidas a tiempo); “por qué” (referidas a objetivos, creencias y valores), “cómo” (referidas a procesos y recursos).
·         Preguntas orientadas al futuro y presente, hacia los objetivos del proceso de coaching elegido por el coachee y a lograr los resultados delimitados en el plan de acción.


CONCLUSIONES

El desarrollo del presente artículo permitió concluir que:
·         La calidad de nuestros cuestionamientos determina la calidad de nuestros pensamientos; de allí el impacto que tienen las preguntas que podamos formular, para lo cual debemos dejar de lado las preguntas débiles, que en el ámbito del coaching nada aportan, y, formular preguntas poderosas, toda vez que son estas las que mueven al coachee a buscar el sentido, a asombrarse, a reflexionar y lo conduce a la búsqueda  interna de respuestas que creía no poseer.
·         Una de las mejores herramientas  del proceso coaching son las preguntas, las cuales son muy útiles para establecer con el coachee  el rapport, definir objetivos,  los medios para lograrlos y el horizonte de tiempo para alcanzar dichos objetivos. Aprender a hacer preguntas poderosas dota al coach de las competencias para hacer del coaching un proceso de valor y significado para el coachee, donde pueda encontrar opciones y respuestas. 

REFERENCIAS

Federation International de Coaching. (2008). Advancing The are Science and practice of professional coaching.

Franzo, P. (2010). 80 Preguntas de impacto para tu práctica de coach. Disponible en: http://blogdelcoach.com.

Levine, T. (2008). Coaching para una vida extraordinaria. México: Editorial Panorama.

Pérez, M. (2010). El Arte de ser Coach y algo más…México: Editorial Trillas.



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