Este
artículo tiene como propósito fundamental explicar la importancia de la
pregunta poderosa en el coaching, así como el poder transformador e iluminador
que la misma tiene para cambiar la percepción y consecuentemente la
realidad. Bajo esta premisa, las preguntas que formula el coach buscan obtener
información sobre la situación de la persona, tanto para su propio consumo, es
decir, obtener el contexto del cliente; como principalmente para promover la
autoconciencia del coachee. En este contexto, una pregunta poderosa, entonces,
refleja una escucha activa y un entendimiento de las perspectivas del cliente y
tiene el poder de conducirlo a explorar, descubrir, profundizar, ganar
claridad, aumentar su enfoque, comprometerse, tomar acción, abrir opciones o
aprender cosas nuevas. En el desarrollo del artículo se utilizó la metodología
de investigación documental, sustentada
en autores como: Gomá (2009), Lantigua (2011), Máñez, Navarro y Bou (s/f.),
Levine (2008), O’Connor y Lages (2005), la ICF (2008) y Pérez (2010). Sobre la
base del análisis realizado se concluye que atendiendo a la premisa que la calidad de nuestros cuestionamientos determina la calidad de
nuestros pensamientos; se hace necesario interpretar el poder que tiene la
pregunta poderosa en el contexto del coaching. Una de las
mejores herramientas del proceso coaching son las preguntas, las
cuales son muy útiles para establecer con el coachee el rapport,
definir objetivos, los medios para lograrlos y el horizonte de
tiempo para alcanzar dichos objetivos. Aprender a hacer preguntas poderosas
dota al coach de las competencias para hacer del coaching un proceso de valor y
significado para el coachee, donde pueda encontrar opciones y respuestas.
Descriptores: Coaching, coach,
coachee, preguntas poderosas
DESARROLLO
“Si yo tuviera una
hora para resolver un problema y mi vida dependiera de la solución, gastaría
los primeros 55 minutos para determinar la pregunta apropiada, porque una vez
que supiera la pregunta correcta, yo podría resolver el problema en menos de
cinco minutos”.
ALBERT EINSTEIN
Coaching
De acuerdo a lo planteado por la Federación Internacional
de Coach (2008), (ICF por sus siglas en inglés), el coaching es definido como:
“una relación profesional continua, que ayuda a las personas a producir
resultados extraordinarios en sus vidas, carrera, negocios y organizaciones”
(p. 19); desde esta perspectiva, se interpreta que a través de un proceso de
coaching, los clientes pueden lograr la profundización de sus aprendizajes, la optimización de su
desempeño y el mejoramiento de su calidad de vida.
En este mismo orden, Pérez (2010), define el coaching como:
“el arte y la disciplina de destacar, fortalecer y enriquecer el potencial del
ser humano” (p.20). En esta definición la autora percibe al ser humano como un
ser único, con sus propias características individuales, lo que considera como
una gran obra de arte única y original, es por eso que asocia al coaching con
el arte.
En relación a considerarlo una disciplina se sustenta en
que un proceso de coaching se basa en un orden, en una metodología que ofrezca
apoyo para el logro de los objetivos que se propone el coachee, por lo que el
coaching dista de ser una conversación, un proceso al azar, por el contrario,
se constituye en una disciplina que busca fortalecer y enriquecer el potencial
del ser humano, el cual en algunos casos está adormecido o no ha sido
potencializada en su máxima capacidad. En este sentido, se reafirma que la
intención del coaching es que el coacheado busque y encuentre sus propias
respuestas.
El Coaching y la Pregunta
En el transcurrir de nuestra vida, en la relación con
padres, familiares, docentes, amigos, entre otros, hemos sido entrenados
fundamentalmente para responder las preguntas que nos formulan, y, en algunos
casos incluso somos premiados si damos la mejor respuesta, desde la perspectiva
de quien formula la pregunta y en el menor tiempo posible. De allí que al
iniciar un proceso de coaching, el coachee siempre está preparado para
responder. Sin embargo, es importante resaltar que las preguntas que recibirá
el cliente de parte de su coach, no son aquellas que habitualmente se hace a sí
mismo; toda vez que estas preguntas nuevas miradas sobre el coachee y su manera
de interpretar la situación, pero que además tienen la característica de
sacarlo de su zona de confort. En este sentido, estas preguntas podrán agitarlo
o emocionarlo, por lo que se constituyen en preguntas poderosas. Son preguntas
que inspiran a pasar a la acción.
Las Preguntas poderosas
Preguntar procede del latín percontari, que
significa interrogar a alguien para que nos diga lo que sabe sobre un tema. En
el proceso de Coaching las
preguntas estimulan la reflexión del
Coachee para que exprese
lo que sabe de sí mismo, ya que es la persona con más autoridad para saber quién es y lo que necesita para
lograr sus metas. La pregunta es
una de las herramientas más poderosa que posee el coach.
En coaching, una pregunta poderosa es esa que te remueve, que te hace
pensar y que incluso puede llevarte a ver la realidad desde otro punto de vista
y a eso que para algunos es tan complicado: cambiar. Es por ello, que la
pregunta poderosa se constituye en una invitación a la reflexión, a ver la
realidad desde otra perspectiva y a profundizar en una cuestión a la que en la
cotidianidad no le hacemos demasiado caso. Desde esta óptica, una pregunta bien
formulada puede llegar a proporcionarnos un conocimiento muy profundo de
nosotros mismos y conducirnos a darnos cuenta de cuáles son las cosas que
nos frenan, que nos limitan, pero también de cuáles son nuestras potencialidades.
¿Cómo Realizar Preguntas Poderosas?
Las preguntas poderosas deben ser
meticulosamente elegidas por parte del Coach, con la finalidad de ayudar a su Coachee a reflexionar, ya sea sobre posibles
soluciones, momentos de su vida, problemas entre otros aspectos; en este sentido,
las preguntas poderosas deben provocar una reflexión, provocar una reacción,
sugerir algo, crear confianza, descubrir cosas, descubrir situaciones. Al
formular preguntas poderosas se debe evitar preguntas que inicien con
“¿Por qué?”. Estas solo conducen a detalles o justificaciones
de cosas que han quedado en el pasado: “¿Por qué me está pasando esto?” ¿Por
qué tomé esa decisión?” etc. Es recomendable utilizar con mayor
frecuencia preguntas “¿Qué?, o ¿Cómo?”, ellas te llevarán a ti o a tu
interlocutor a la acción, aclarando objetivos y valores “¿Qué hay de bueno en
esto?”, etc.
Ratificando
que las preguntas poderosas están orientadas al presente y al futuro, al
hacerlas se debe preguntar con relación a: los hechos, los datos, los anhelos,
las circunstancias, los implicados, las emociones, los problemas o
dificultades, ideas nuevas y preferencias. Por ello:
·
Las
preguntas deben de ser muy precisas
·
Formular
preguntas con un propósito claramente definido
·
Buscar
preguntas que conduzcan a que el coachee tome acción, ya
sea reflexionar sobre situaciones, alterativas etc.
·
Es
vital empezar con preguntas abiertas e indirectas, que empiezan con:
“Cuánto” (referidas a cantidades), “cuándo” (referidas a tiempo); “por qué” (referidas a objetivos, creencias y valores), “cómo” (referidas a procesos y recursos).
“Cuánto” (referidas a cantidades), “cuándo” (referidas a tiempo); “por qué” (referidas a objetivos, creencias y valores), “cómo” (referidas a procesos y recursos).
·
Preguntas
orientadas al futuro y presente, hacia los objetivos del proceso de coaching elegido
por el coachee y a lograr los resultados delimitados en el plan de acción.
CONCLUSIONES
El desarrollo del presente
artículo permitió concluir que:
·
La calidad de nuestros
cuestionamientos determina la calidad de nuestros pensamientos; de allí el
impacto que tienen las preguntas que podamos formular, para lo cual debemos
dejar de lado las preguntas débiles, que en el ámbito del coaching nada
aportan, y, formular preguntas poderosas, toda vez que son estas las que mueven
al coachee a buscar el sentido, a asombrarse, a reflexionar y lo conduce a
la búsqueda interna de respuestas que creía no poseer.
·
Una de las mejores
herramientas del proceso coaching son las preguntas, las cuales son
muy útiles para establecer con el coachee el rapport, definir
objetivos, los medios para lograrlos y el horizonte de tiempo para
alcanzar dichos objetivos. Aprender a hacer preguntas poderosas dota al coach
de las competencias para hacer del coaching un proceso de valor y significado
para el coachee, donde pueda encontrar opciones y respuestas.
REFERENCIAS
Federation International de Coaching. (2008). Advancing The are Science
and practice of professional coaching.
Franzo, P. (2010).
80 Preguntas de impacto para tu práctica de coach. Disponible en: http://blogdelcoach.com.
Levine, T. (2008).
Coaching para una vida extraordinaria. México: Editorial Panorama.
Pérez, M. (2010). El Arte de ser Coach y algo
más…México: Editorial Trillas.
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