10 de febrero de 2011

Hacia una Acción Educativa Creativa

Por Dra. Doris Ramos R ( dorisjrr@gmail.com)
La supervivencia de la humanidad depende del fomento de la conciencia mundial, de la creatividad, la solidaridad y la cooperación. UNESCO (1996)
Las tradicionales metodologías de enseñanza, sustentadas en la mera información, no se corresponde con los requerimientos socio cultural de nuestro tiempo, menos aún con los principios de construcción del conocimiento, que caracterizan a la realidad educativa nacional. Desde las consideraciones epistemológicas, psicosociales y pedagógicas, es imprescindible la búsqueda de estrategias que conduzcan a un proceso educativo de calidad, cooperación, colaboración y creatividad.
Es por ello, que se requiere, que la acción educativa en su ejecución sea holística en sus metas y propósitos, integradora en proposiciones, adaptativa a contextos, colaborativa y polivalente en el uso de estrategias, es decir, esta debe constituir un acto creativo, constructor y transformador del conocimiento.
En tal sentido, se puede expresar que un proceso educativo innovador abarca actitudes, habilidades y destrezas, manejo de variadas estrategias, prever y superar resistencia, conocer procesos, afrontar conflictos, crear climas constructivos. Así como lo señala De La Fuente (2005).
Es evidente, que una acción educativa creativa, permite formar personas ricas en originalidad, confianza en si mismo, listas para afrontar obstáculos y variadas situaciones, las cuales se le van presentando en su vida educativa y cotidiana, además de ofrecerles herramientas para la innovación.
De ahí que el docente tiene un papel determinante en la acción educativa, es un mediador entre el currículo y sus destinatarios, y estos a su vez son mediadores de su propio aprendizaje; por lo tanto el docente es clave en la calidad de la enseñanza y de la educación en general.
Asimismo, el docente es un elemento que incide desde lo preinteractivo, lo interactivo y postinteractivo, su influencia afecta a los procesos de planificación, desarrollo práctico de su acción y de la evaluación de la misma. Cabe mencionar, que tales procesos también quedan afectados por otros factores más amplios y envolventes de la función docente, como son el contexto de ubicación de la institución educativa y el contexto general (variables endógenas y exógenas) según Fernández (1996) al referirse a la acción educativa.
Estos mínimos acotamientos sobre la función docente, indican además, que este tiene que desarrollar competencias tanto personales como profesionales, que le permitan utilizar estrategias generadoras del desarrollo del potencial humano.
Referencias Bibliográficas
De La Fuente, P (2005). Creatividad para adulto. Madrid:Morata
Fernández, J. (1996). Estrategias creativas para un aula activa. Madrid:Sudamericana.
Gómez, A. (2001). Para una pedagogía activa y creativa. México: Trillas
Peña, A. (2006). Metodología para una escuela abierta. Madrid:Narcea

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