Por
Dryamand Mendoza
El nuevo entorno globalizado y altamente
competitivo, de profundas y aceleradas transformaciones, exige un cambio
radical en la conducción de las organizaciones.
Para poder enfrentar los retos que les impone el entorno actual se
necesita una gran dosis de reflexión, creatividad e innovación, capacidad de
adaptación y defensa de la propia identidad, así como la capacidad de discernir
y de colaborar con posturas heterogéneas.
De esta manera en las organizaciones se crean ambientes que generan la
unión de esfuerzos y el trabajo en equipo para que de esa forma, se logre el
compromiso de generar sostenibilidad y productividad en el capital humano; pero
esto solo se alcanza cuando existe equilibrio y justicia organizacional.
Es importante resaltar que para conseguir
el cambio organizacional es indispensable la presencia de Gerentes Conscientes
con nuevos estilos y enfoques de dirección y liderazgo, que con su orientación
puedan alcanzar la efectividad en el cumplimiento de funciones en el capital
humano, y que también se obtenga una alta productividad laboral. Stiven (2011), opina que en la actualidad en
las organizaciones “es necesario y urgente replantear la función del gerente”
como promotor de la efectividad en la participación y proyección de la organización. Continúa manifestando que la transformación
organizacional requiere de una visión compartida de lo que se quiere
lograr. Por su lado Blau (2013) plantea
que la “gerencia debe tener plena conciencia de que el capital humano,
constituye el principal activo en las organizaciones exitosas”. Igualmente perciben que solo pueden crecer,
prosperar y mantener su continuidad si son capaces de proporcionar la
satisfacción laboral en todo el personal adscrito a la organización.
En este sentido Shermerhorn (2011), opina
que el capital humano puede ser visto en las organizaciones como proveedores
del conocimiento, capacidades e inteligencia que permiten tomar decisiones e
imprimir rumbo a los objetivos esperados.
En las organizaciones conscientes se tiene
presente que el capital humano cuando es considerado como activadores
inteligentes se constituyen en impulsores, capaces de dotarla de talentos y
aprendizaje indispensable para su constante renovación y competitividad en su
mundo de cambios y desafíos.
Lo descrito anteriormente apuesta a la
construcción de las relaciones de compromiso y de consustanciación del capital
humano con la efectividad laboral existiendo reciprocidad. Un trato justo y el cuidado por mantener la
satisfacción laboral, conducen a una retribución que se expresa en conducta
basada en la buena voluntad, contribuyen a mejorar la efectividad, la cohesión
grupal, el altruismo y la participación activa.
Siendo esta una razón por la cual el capital humano valora la relación
de trabajo hasta el punto que no dudan en salir en defensa de la organización
ante cualquier circunstancia adversa.
Al respecto Kofman (2012) expresa: que
para que se produzca esa identidad total del capital humano con la
organización, se requiere de un gerente consciente orientado hacia la gestión
del conocimiento con una visión clara, precisa y casi indiscutible, que induzca
a pensar que el avance en estos escenarios es indetenible; por lo tanto, la
organización debe contar con un capital humano consciente que asuma
responsablemente su vida. No comprometan
valores humanos para lograr el éxito material, expresen y escuchen sus verdades
con humildad, honestidad y respeto buscando soluciones creativas a los
desacuerdos. Es así como Blau
(2013) también manifiesta que cuando
existen gerentes conscientes, el capital humano es orientado a la motivación al
logro, donde estos trabajan más arduamente y tienen mayores expectativas. Por su parte Schein (2009) sostiene que el
buen manejo de las relaciones humanas,
es indispensable para el desenvolvimiento personal y profesional del capital
humano.
Desde esa perspectiva se reafirma que
cuando existe un gerente consciente en una organización por un lado se propicia
un ambiente motivante de provecho a los impulsos individuales y grupales. Así mismo desarrollan estrategias que
generen la productividad y la eficiencia
laboral. Y por otro lado se manifiesta
la preocupación por la optimización del capital humano ofreciéndole
oportunidades para crecer como persona y como profesional, en el entendido de
que este constituye una parte fundamental en la dinámica de los procesos
organizacionales.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Blau,
C. (2013). Medición del capital humano.
Barcelona: Paidos.
Kofman,
F. (2012). La Empresa Consciente.
España: ALFAGUARA.
Schein,
P. (2009) Psicología Social de las
organizaciones. Barcelona, España: Paidos.
Schermerhorm,
K. (2011). La Misión de la Empresa.
Buenos Aires: Paidos.
Stiven, G. (2011). Gerencia para el cambio. Bogotá-Colombia: Fondo editorial Legis.
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