Por Dra. Naylet Biel Morales
Cambiar constantemente las ideas ha sido y es lo que ha permitido, a los seres humanos dar respuesta y ofrecer soluciones efectivas en un tiempo reducido. Parafraseando a Víctor Hugo, cuando a una idea le llega su tiempo, no hay quien la detenga. Hablar de Coaching de equipo, es una idea que le llegó su tiempo. En las organizaciones, se habla de buscar un coach para fortalecer los equipos. Por lo cual, al coaching de equipo es una idea que le ha llegado su momento. Es una teoría nueva que utiliza nuevos instrumentos y se plantea objetivos diferentes para obtener resultados. Sus seguidores señalan una propuesta diferente de lo que se ha hecho hasta ahora. Su finalidad es acompañar el desarrollo del rendimiento colectivo de un equipo, de forma lógica, con el fin de que el resultado operacional del conjunto supere el potencial de la suma de sus partes.
Así junto al tema de innovación, cambios y efectividad, las organizaciones se encuentran inmersas en la búsqueda de los nuevos líderes que le permitirán cambiar y actuar con mayor efectividad. La nueva visión para obtener mejores resultados ha encontrado otros caminos que dejan atrás la polaridad, para introducirnos en la circularidad, vuelve a nuestra mente, la mesa redonda de Arturo y sus caballeros. En la actualidad, se despliegan elementos que reclaman la atención y que en términos de Coaching, según Alonso, Calles y Gioya (2010) son importantes como la gestión de conflictos en los equipos, la dimensión relacional, el autoconocimiento, englobados en lo que hoy se llama Desarrollo o Coaching de equipos.
El coaching de equipo es diferente al coaching individual, es mucho más complejo, cuanto mayor sea la cantidad de integrantes. El coach tendrá que disponer de una experiencia y capacidad, especialmente adecuadas, para hacer frente con éxito a un objetivo más complejo, pues debe estar atento a la vigilancia de los mecanismos psicológicos que se manifiestan por acción u omisión, directa o indirectamente, no sólo durante las reuniones con el equipo, sino también durante todo el tiempo que dure el acompañamiento.
Es importante aclarar como lo señala Launer (2010) que el término coaching de equipo o “team coaching” no significa “team building”, pues su finalidad es acompañar al equipo y no crearlo. El equipo existe y el coach tendrá entre sus objetivos realizar un diagnóstico y presentar una propuesta de actuación con el grupo. Debe fijarse en el aspecto individual de los miembros de un equipo (necesidades, motivación, cualidades, actitudes, capacidades y roles que pueden asumir). La necesidad de recurrir al coaching para que los equipos se puedan encontrar por sí mismos y descubrir los valores que enriquecerán al conjunto y a cada uno de sus integrantes, donde los miembros perciban que el equipo es una valiosa oportunidad de desarrollo individual y colectivo.
Cuando en una organización de estilo tradicional, un equipo no funciona adecuadamente, se utiliza el “team building” cuyo objetivo es aumentar la motivación colectiva y buscar la cohesión del equipo, sin embargo, se desconocían las carencias del equipo y no se buscaban las soluciones. Por lo cual, el proceso del coaching debe tomar en cuenta aspectos relacionados con las siguientes dificultades que se han venido confrontando en las organizaciones mencionadas manejando para su solución de conflictos, las siguientes situaciones: las compensaciones y reconocimientos están basados en los méritos individuales; la organizaciones confían más en la obediencia que en las colaboraciones; las diferencias de status se suelen mantener; los sistemas de promoción han colocado el dinero como principal gratificación; pocas veces se discuten en equipo los problemas interpersonales. El coach sabe que existen este tipo de recompensas que no permiten