Por Dra. Graciela Becerra
Año: 2017
Iniciar un viaje a través del coaching
ontológico, es aventurarse en el mundo del ser humano, donde los hilos de la
Transdisciplinariedad se entrelazan, para formar el espacio ideal para el
desarrollo constante y gradual de las competencias personales, profesionales y
sociales, en una marejada de sabiduría. Así que partamos de este puerto, con la
mirada puesta en la constelación, de que el Coaching Ontológico es en su
esencia cambio, creatividad y aprendizaje.
Ahora bien, los grandes acontecimientos
transformacionales por los cuales ha estado, está y estará este proceso de encuentro consigo mismo, además de
tener en cuenta que lo único cierto, es que todo se transforma, es decir, que
lo único permanente es el cambio, en estos momentos cuando nuevos modelos de
interpretación epistémica, brindan respuestas a las diferentes interrogantes
que surgen, o enriquecen los procesos fenomenológicos, permitiendo entender la
realidad en las cuales se está sumergido, generando nuevos retos a una sociedad
cada vez más globalizada, signada por la incertidumbre y las contradicciones,
hace pensar en la valoración del hombre, sus capacidades y potencialidades, ya
que este no sólo describe la realidad, sino que por medio de él se genera la
realidad.
Sin embargo, el crecimiento del ser humano, es un proceso
perenne en el cual todos los elementos en el entorno y en sí mismo, interactúan
para que los cambios broten desde su ser y la necesidad del colectivo social,
despertando interrogantes que invitan a una interpretación crítica sobre la
misión del conocimiento y el progreso del talento humano en organizaciones sociales.
Aunque cada individuo, es un mundo distinto, con
manchas comunes de sueños, ideas, quebrantos y tristezas, es la ejecución de
sus proyectos de vida, lo que los hace diferente.
Además, desarrolla la actitud y la
aptitud para generar nuevas ideas, crear nuevas posibilidades, descubrir nuevos
significados, inventar nuevos caminos, y encontrar nuevas conexiones, ya sea en
el nivel individual, laboral o en el social, soltando lo seguro y conocido,
para iniciar un viaje a la región de lo aún no explorado, para atreverse a
diseñar un porvenir acorde a sus inquietudes, Lográndose con la asistencia de
un Coach, quien le ayuda a alcanzar sus objetivos,paraconseguir resultados más
allá delo esperado y a su vez posibilita a los integrantes de una organización,
desarrollar formas de pensar, actuar y relacionarse.
Es
importante señalar que, Fernando Flores, Julio Olalla y Rafael Echeverría,
quienes dieron piso al Coaching Ontológico, lo han definido como "un
proceso encaminado a producir un cambio en el alma de la persona, el cual sólo
sucede cuando estamos dispuestos a observar, cuestionar y ser curiosos lo
suficiente, para cambiar el nosotros mismos que somos". Estos
autores, también remarcaron la manera en
que las actitudes y la disposición en la vida dan cuerpo e indican que
trabajando de una manera respetuosa a su dignidad como personas, el aprendizaje
profundo y el cambio ocurren a través de pequeños cambios corporales.Es por
esto que este proceso es una dinámica de transformación mediante la cual las
personas y organizaciones revisan, desarrollan y optimizan sus perfiles en el
mundo, mediante una conversación que crea una nueva cultura.
En
particular, Rafael Echeverría en su libro sobre Ontología del Lenguaje, se
observan tres postulados y dos principios. Siendo el primero de los postulados el hecho que se interpreta a los
seres humanos como seres lingüísticos, ya que es el lenguaje la clave para
comprender los fenómenos humanos; el segundo que señala que el lenguaje es
generativo al crea realidades, es decir, modelamos nuestra identidad y el mundo en que
vivimos; y el tercero establece que los seres humanos se crean a sí mismos en
el lenguaje y a través de él, el cual establece que cada individuo tiene la
capacidad de ser y de inventarse a través del lenguaje, ejerciendo un papel
activo en el diseño del tipo de ser en el que se quiere convertir.
En
cuanto a los principios, el primero tiene que ver con que no se sabe cómo son
las cosas, sólo se sabe cómo se les observa o cómo se le interpreta, es decir,
el cerebro interpreta lo que los sentidos perciben, donde cada persona es un
observador diferente de la realidad, pero ninguno tiene la certeza de que las
cosas son como se dice, porque no se tiene acceso a la verdad, tan solo se
puede observar la propia verdad. Es a partir de aquí que el Coaching Ontológico se vale de este
principio para entender el mundo interpretativo del coachee o coachado. En relación al segundo principio,
este señala que no sólo se actúa de acuerdo a cómo se es, sino que además,
somos de acuerdo a cómo actuamos, es decir, la acción genera ser. Es con este
principio que el coach ontológico ayuda a su cliente a identificar qué tipo de
observador está siendo y a aprender a convertirse en un observador diferente,
que le permita afrontar de manera más eficaz las situaciones de su día a día.
Dándose un proceso de aprendizaje, donde la persona que aprende a observar las
cosas de una manera diferente, aprende también a actuar diferente.
Pues bien, este crecimiento ocurre en el
dominio del Ser, a través de un aprendizaje que transforma los modos
tradicionales de percibir e interpretar, para comenzar a operar con mayor
creatividad, protagonismo y proactividad, generando así, competencias
emocionales, del hacer, del pensar y de la comunicación. El foco del Coaching
es la persona, el ser humano. Al
fortalecer el SER, como primer paso, se está buscando aprender, crecer y
cambiar; luego hay que comprometerse realizando acciones específicas, de
acuerdo a los objetivos planteados, de manera constante, aprendiendo de los
errores, aprovechando las oportunidades que se presenten para lograr HACER
realidad las metas, y por último el TENER, el cual es el resultado de lo que se
ha alcanzado, es decir, es necesario primero prepararse para ser el tipo de
persona u organización que se desea, para luego producir los resultados deseados,y
en el ambiente organizacional, desarrolla las habilidades de relacionarse,
liderazgo, creatividad, aprendizaje, comunicación, integración y trabajo en
equipo.
Para alcanzar esto, durante la conversación, el
coach no le dice al coachee lo que tiene que hacer, ni presiona, ni aconseja,
ni recomienda, por el contrario explora, hace preguntas, ofrece
interpretaciones generativas, desafía respetuosamente sus modelos mentales para
desarrollar una nueva mirada que permita el descubrimiento de nuevas acciones y
posibilidades; y lo acompaña en el
diseño de acciones que faciliten el acceso a los resultados buscados.
Así que cada persona, organización o sociedad, debe fortalecer la habilidad de aprender a aprender las nuevas
formas de ser más competitivas, asegurando su permanencia en la vida económica
del mundo globalizado en el que se vive, y a su vez tener la actitud de
desaprender los modelos mentales que ya no convienen e impiden su crecimiento.
Cabe destacar entonces, que los sujetos y las organizaciones que tienen éxito,
son aquellos que responden rápidamente a los cambios de los mercados,
tecnologías, actitudes sociales y políticas gubernamentales.
Entonces, es importante lo señalado por Echeverría,
“Tener competencias de coaching, se está haciendo tan necesario como mantener
nuestro soporte tecnológico al día”. Es por esto que se requiere, un
profesional que tenga y transmita vocación, compromiso, entusiasmo, empatía,
creatividad, siendo didáctico, líder, comunicador, flexible, renovador,
autónomo, visionario, afectuoso, intuitivo, mostrando una actitud positiva a su
carrera y ante sus coachados, siempre en la búsqueda de procesos de
perfeccionamiento y desarrollo para la gestión formativa de las competencias
profesionales e investigativas de sí mismo.
Dicho entonces en otras
palabras, en cómo interpreta o comunica su ser y su sentir a través de lo que
actúa a diario, creándose o reforzando sus capacidades
con las que nacieron o aprendieron para modificar su condición de profesional
en el tiempo, y como escribió Shakespeare, “sabemos lo que somos, pero no
sabemos lo que podríamos ser”, ya que el ser no está ni estará acabado, aun en
el momento de su propia trascendencia.
Entonces, esto lleva a la
siguiente interrogante, ¿Qué lo caracteriza, qué lo define uno a otro? A este respecto,
el desarrollo del ser humano, es un proceso continuo en el cual todos los
factores existentes interactúan para que los cambios transformacionales broten
desde su Ser y la necesidad del
colectivo de la organización. Sin embargo, posee desde
su nacimiento dones o cualidades, que al ponerlas en ejercicio, le dirá al
mundo lo que realmente está siendo, es posible entonces, que muy en el fondo,
su principal interés es saber ¿quién estoy siendo en este momento? Y así
decirle a los demás sus características y explicar el por qué actúa de una u
otra forma.
Ahora bien, surge la interrogante
¿qué tipo de observador soy actualmente? Hidalgo (2009), lo manifiesta al
señalar:
Nosotros somos una
historia que nosotros mismos nos contamos y que otros se cuentan acerca de
nosotros; y dependiendo de esa historia va a depender todo lo demás, el éxito,
el reconocimiento, la satisfacción. Dime cuál es el cuento que tienes sobre ti
mismo, o dime cuál es el cuento que otros se cuentan, y te diré no solo quien
eres, sino que es lo que puedes obtener. (Pág., 39)
Sin embargo, es
importante señalar que al cambiar mi historia puedo cambiar mi mundo
Es por ello la
importancia de la conversación desde el cuerpo, lenguaje y la emoción, ya que
es el compartir a través de estos símbolos mágicos, lo que el cerebro lleno de
emoción y sentimiento quiere transmitir, es decir, es la representación
principal de todo proceso personal y social, y pese a la complejidad
involucrada, se puede decir, que las acciones con intenciones o no, son
percibidas significativamente por otra persona, constituyéndose la
individualidad y el conocimiento global, del propio Ser y el del otro. Esta se inicia como una actividad individual, pero la construcción para
el intercambio, implica necesariamente la negociación con otros actores de la
organización y la comunidad en base a los valores éticos de la persona, del
reconocimiento del otro y del respeto a los hechos del quehacer diario, de sus
ideas, pensamiento y experiencias vividas, de sus conflictos, necesidades y
aspiraciones.
Es por esto que la indagación
del proceso del Ser en el coaching, es fundamental para establecer buenas relaciones
humanas, porque cada Ser, emplea gran parte de su tiempo comunicando su mundo
interno y su opinión del externo, de manera verbal, a través de escritura, las
expresiones corporales, tales como el movimiento de las manos, las distancias
que mantienen entre sí, las miradas, las entonaciones, el énfasis, además de
los factores ambientales o emocionalesentre otras formas.
CONCLUSIÓN
El viaje que en la
actualidad se realiza, en el desarrollo cambiante de la propia vida, para
alcanzar el desarrollo ideal que se persigue, es un desafío transformador, complejo, dinámico y vertiginoso,
hace que lo que las acciones habituales resulten insuficiente o no,resuelvan
las dificultades para alcanzar los objetivos personales y laborales, imponiendo
nuevos retos que exigen efectividad y bienestar dentro de la incertidumbre que
genera el presente.
Es importante acotar que el Coaching Ontológico permite colaborar con el
coachee, y la organización, para que se hagan cargo de los retos que presenta
el mundo actual, transformando las prácticas inefectivas por otras que le
generen un entorno de confianza y
entusiasmo, incrementando la calidad y la efectividad en los distintos ámbitos
de la cotidianidad. Y es en esta interacción donde ambos influyen y se dejan
influir por el otro, siendo sus herramientas el aprendizaje transformador y la
creatividad para lograr los objetivos y metas deseadas y así develar,la propia
vida. Para al final de este viaje tener la capacidad de aprender a
crearnos y recrearnos en la aventura hacia sí mismo.
Referencias
Avellán, M.
(2004) ¿Por qué coaching hoy?. Asociación española del Coaching, Bilbao España.
CoveyStepehen,
(1997) Los siete hábitos de la persona altamente efectiva Editorial Paidos
Ibérica, USA
Chiavenato, I.
(2009) Administración de Recursos Humanos. El capital humano de las
organizaciones. Editorial McGraw Hill. México.
Echeverría, R.
(2000) La empresa emergente, la confianza y los desafíos dela transformación
2000- JC. Zaes editor. Santiago de Chile
. (2005).
Ontología del Lenguaje. Lom Ediciones S.A., Chile.
. (2007). Por la
sendas del pensar ontológico. JC zaes editor. Santiago de chile
Echeverría
Rafael y Alicia Pizarro (2003) El carácter del coaching ontológico. Código ISPN
de la publicación NewfieldConsulting
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