10 de agosto de 2017

COACHING ONTOLÓGICO. UN VIAJE AL CENTRO DE Sí MISMO




Por Dra. Graciela Becerra
                                                                                                                             Año: 2017

Iniciar un viaje a través del coaching ontológico, es aventurarse en el mundo del ser humano, donde los hilos de la Transdisciplinariedad se entrelazan, para formar el espacio ideal para el desarrollo constante y gradual de las competencias personales, profesionales y sociales, en una marejada de sabiduría. Así que partamos de este puerto, con la mirada puesta en la constelación, de que el Coaching Ontológico es en su esencia cambio, creatividad y aprendizaje.
Ahora bien, los grandes acontecimientos transformacionales por los cuales ha estado, está y estará este  proceso de encuentro consigo mismo, además de tener en cuenta que lo único cierto, es que todo se transforma, es decir, que lo único permanente es el cambio, en estos momentos cuando nuevos modelos de interpretación epistémica, brindan respuestas a las diferentes interrogantes que surgen, o enriquecen los procesos fenomenológicos, permitiendo entender la realidad en las cuales se está sumergido, generando nuevos retos a una sociedad cada vez más globalizada, signada por la incertidumbre y las contradicciones, hace pensar en la valoración del hombre, sus capacidades y potencialidades, ya que este no sólo describe la realidad, sino que por medio de él se genera la realidad.

Sin embargo, el crecimiento del ser humano, es un proceso perenne en el cual todos los elementos en el entorno y en sí mismo, interactúan para que los cambios broten desde su ser y la necesidad del colectivo social, despertando interrogantes que invitan a una interpretación crítica sobre la misión del conocimiento y el progreso del talento humano en organizaciones sociales. Aunque cada individuo, es un mundo distinto, con manchas comunes de sueños, ideas, quebrantos y tristezas, es la ejecución de sus proyectos de vida, lo que los hace diferente.
Además, desarrolla la actitud y la aptitud para generar nuevas ideas, crear nuevas posibilidades, descubrir nuevos significados, inventar nuevos caminos, y encontrar nuevas conexiones, ya sea en el nivel individual, laboral o en el social, soltando lo seguro y conocido, para iniciar un viaje a la región de lo aún no explorado, para atreverse a diseñar un porvenir acorde a sus inquietudes, Lográndose con la asistencia de un Coach, quien le ayuda a alcanzar sus objetivos,paraconseguir resultados más allá delo esperado y a su vez posibilita a los integrantes de una organización, desarrollar formas de pensar, actuar y relacionarse.
Es importante señalar que, Fernando Flores, Julio Olalla y Rafael Echeverría, quienes dieron piso al Coaching Ontológico, lo han definido como "un proceso encaminado a producir un cambio en el alma de la persona, el cual sólo sucede cuando estamos dispuestos a observar, cuestionar y ser curiosos lo suficiente, para cambiar el nosotros mismos que somos". Estos autores,  también remarcaron la manera en que las actitudes y la disposición en la vida dan cuerpo e indican que trabajando de una manera respetuosa a su dignidad como personas, el aprendizaje profundo y el cambio ocurren a través de pequeños cambios corporales.Es por esto que este proceso es una dinámica de transformación mediante la cual las personas y organizaciones revisan, desarrollan y optimizan sus perfiles en el mundo, mediante una conversación que crea una nueva cultura.
En particular, Rafael Echeverría en su libro sobre Ontología del Lenguaje, se observan tres postulados y dos principios. Siendo el primero de los  postulados el hecho que se interpreta a los seres humanos como seres lingüísticos, ya que es el lenguaje la clave para comprender los fenómenos humanos; el segundo que señala que el lenguaje es generativo al crea realidades, es decir,  modelamos nuestra identidad y el mundo en que vivimos; y el tercero establece que los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje y a través de él, el cual establece que cada individuo tiene la capacidad de ser y de inventarse a través del lenguaje, ejerciendo un papel activo en el diseño del tipo de ser en el que se quiere convertir.
En cuanto a los principios, el primero tiene que ver con que no se sabe cómo son las cosas, sólo se sabe cómo se les observa o cómo se le interpreta, es decir, el cerebro interpreta lo que los sentidos perciben, donde cada persona es un observador diferente de la realidad, pero ninguno tiene la certeza de que las cosas son como se dice, porque no se tiene acceso a la verdad, tan solo se puede observar la propia verdad. Es a partir de aquí que  el Coaching Ontológico se vale de este principio para entender el mundo interpretativo del coachee  o coachado. En relación al segundo principio, este señala que no sólo se actúa de acuerdo a cómo se es, sino que además, somos de acuerdo a cómo actuamos, es decir, la acción genera ser. Es con este principio que el coach ontológico ayuda a su cliente a identificar qué tipo de observador está siendo y a aprender a convertirse en un observador diferente, que le permita afrontar de manera más eficaz las situaciones de su día a día. Dándose un proceso de aprendizaje, donde la persona que aprende a observar las cosas de una manera diferente, aprende también a actuar diferente.
Pues bien, este crecimiento ocurre en el dominio del Ser, a través de un aprendizaje que transforma los modos tradicionales de percibir e interpretar, para comenzar a operar con mayor creatividad, protagonismo y proactividad, generando así, competencias emocionales, del hacer, del pensar y de la comunicación. El foco del Coaching es la persona, el ser humano.  Al fortalecer el SER, como primer paso, se está buscando aprender, crecer y cambiar; luego hay que comprometerse realizando acciones específicas, de acuerdo a los objetivos planteados, de manera constante, aprendiendo de los errores, aprovechando las oportunidades que se presenten para lograr HACER realidad las metas, y por último el TENER, el cual es el resultado de lo que se ha alcanzado, es decir, es necesario primero prepararse para ser el tipo de persona u organización que se desea, para luego producir los resultados deseados,y en el ambiente organizacional, desarrolla las habilidades de relacionarse, liderazgo, creatividad, aprendizaje, comunicación, integración y trabajo en equipo.
 Para alcanzar esto, durante la conversación, el coach no le dice al coachee lo que tiene que hacer, ni presiona, ni aconseja, ni recomienda, por el contrario explora, hace preguntas, ofrece interpretaciones generativas, desafía respetuosamente sus modelos mentales para desarrollar una nueva mirada que permita el descubrimiento de nuevas acciones y posibilidades; y lo acompaña en el  diseño de acciones que faciliten el acceso a los resultados buscados. Así que cada persona, organización o sociedad, debe fortalecer la  habilidad de aprender a aprender las nuevas formas de ser más competitivas, asegurando su permanencia en la vida económica del mundo globalizado en el que se vive, y a su vez tener la actitud de desaprender los modelos mentales que ya no convienen e impiden su crecimiento. Cabe destacar entonces, que los sujetos y las organizaciones que tienen éxito, son aquellos que responden rápidamente a los cambios de los mercados, tecnologías, actitudes sociales y políticas gubernamentales.
Entonces, es importante lo señalado por Echeverría, “Tener competencias de coaching, se está haciendo tan necesario como mantener nuestro soporte tecnológico al día”. Es por esto que se requiere, un profesional que tenga y transmita vocación, compromiso, entusiasmo, empatía, creatividad, siendo didáctico, líder, comunicador, flexible, renovador, autónomo, visionario, afectuoso, intuitivo, mostrando una actitud positiva a su carrera y ante sus coachados, siempre en la búsqueda de procesos de perfeccionamiento y desarrollo para la gestión formativa de las competencias profesionales e investigativas de sí mismo.
Dicho entonces en otras palabras, en cómo interpreta o comunica su ser y su sentir a través de lo que actúa a diario, creándose o reforzando sus capacidades con las que nacieron o aprendieron para modificar su condición de profesional en el tiempo, y como escribió Shakespeare, “sabemos lo que somos, pero no sabemos lo que podríamos ser”, ya que el ser no está ni estará acabado, aun en el momento de su propia trascendencia.
Entonces, esto lleva a la siguiente interrogante, ¿Qué lo caracteriza, qué lo define uno a otro? A este respecto, el desarrollo del ser humano, es un proceso continuo en el cual todos los factores existentes interactúan para que los cambios transformacionales broten desde su Ser  y la necesidad del colectivo de la organización. Sin embargo, posee desde su nacimiento dones o cualidades, que al ponerlas en ejercicio, le dirá al mundo lo que realmente está siendo, es posible entonces, que muy en el fondo, su principal interés es saber ¿quién estoy siendo en este momento? Y así decirle a los demás sus características y explicar el por qué actúa de una u otra forma.
Ahora bien, surge la interrogante ¿qué tipo de observador soy actualmente? Hidalgo (2009), lo manifiesta al señalar:
Nosotros somos una historia que nosotros mismos nos contamos y que otros se cuentan acerca de nosotros; y dependiendo de esa historia va a depender todo lo demás, el éxito, el reconocimiento, la satisfacción. Dime cuál es el cuento que tienes sobre ti mismo, o dime cuál es el cuento que otros se cuentan, y te diré no solo quien eres, sino que es lo que puedes obtener. (Pág., 39)
Sin embargo, es importante señalar que al cambiar mi historia puedo cambiar mi mundo
Es por ello la importancia de la conversación desde el cuerpo, lenguaje y la emoción, ya que es el compartir a través de estos símbolos mágicos, lo que el cerebro lleno de emoción y sentimiento quiere transmitir, es decir, es la representación principal de todo proceso personal y social, y pese a la complejidad involucrada, se puede decir, que las acciones con intenciones o no, son percibidas significativamente por otra persona, constituyéndose la individualidad y el conocimiento global, del propio Ser y el del otro. Esta se inicia como una actividad individual, pero la construcción para el intercambio, implica necesariamente la negociación con otros actores de la organización y la comunidad en base a los valores éticos de la persona, del reconocimiento del otro y del respeto a los hechos del quehacer diario, de sus ideas, pensamiento y experiencias vividas, de sus conflictos, necesidades y aspiraciones.
Es por esto que la indagación del proceso del Ser en el coaching, es fundamental para establecer buenas relaciones humanas, porque cada Ser, emplea gran parte de su tiempo comunicando su mundo interno y su opinión del externo, de manera verbal, a través de escritura, las expresiones corporales, tales como el movimiento de las manos, las distancias que mantienen entre sí, las miradas, las entonaciones, el énfasis, además de los factores ambientales o emocionalesentre otras formas.
CONCLUSIÓN
El viaje que en la actualidad se realiza, en el desarrollo cambiante de la propia vida, para alcanzar el desarrollo ideal que se persigue, es un desafío transformador, complejo, dinámico y vertiginoso, hace que lo que las acciones habituales resulten insuficiente o no,resuelvan las dificultades para alcanzar los objetivos personales y laborales, imponiendo nuevos retos que exigen efectividad y bienestar dentro de la incertidumbre que genera el presente.
Es importante acotar que el Coaching Ontológico permite colaborar con el coachee, y la organización, para que se hagan cargo de los retos que presenta el mundo actual, transformando las prácticas inefectivas por otras que le generen un  entorno de confianza y entusiasmo, incrementando la calidad y la efectividad en los distintos ámbitos de la cotidianidad. Y es en esta interacción donde ambos influyen y se dejan influir por el otro, siendo sus herramientas el aprendizaje transformador y la creatividad para lograr los objetivos y metas deseadas y así develar,la propia vida.  Para al final de este viaje tener la capacidad de aprender a crearnos y recrearnos en la aventura hacia sí mismo.
Referencias
Avellán, M. (2004) ¿Por qué coaching hoy?. Asociación española del Coaching, Bilbao España.
CoveyStepehen, (1997) Los siete hábitos de la persona altamente efectiva Editorial Paidos Ibérica, USA
Chiavenato, I. (2009) Administración de Recursos Humanos. El capital humano de las organizaciones. Editorial McGraw Hill. México.
Echeverría, R. (2000) La empresa emergente, la confianza y los desafíos dela transformación 2000- JC. Zaes editor. Santiago de Chile
                      . (2005). Ontología del Lenguaje. Lom Ediciones S.A., Chile.
                      . (2007). Por la sendas del pensar ontológico. JC zaes editor. Santiago de chile

Echeverría Rafael y Alicia Pizarro (2003) El carácter del coaching ontológico. Código ISPN de la publicación NewfieldConsulting

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