10 de agosto de 2017

EL COACHING Y LOS USOS LINGÜÍSTICOS MEJORAN LA VIDA



Por: Dra. Carmen Mayela Évora R

RESUMEN

     El ser humano se distingue de las otras especies animales por la capacidad del lenguaje que le permite a través de la lengua comunicar sus ideas,  expresar necesidades y sentimientos. Con su lenguaje construye el mundo y manifiesta su  realidad. Esta habilidad de comunicarse con otros y consigo mismo es, quizás muchas veces, tomada como solo la forma de poder socializar y convivir con los otros seres de su especie, sin estar consciente del poder que le ha concedido la naturaleza al desarrollar el lenguaje y esa falta de consciencia ha llevado al ser a vivir en inconformidad, en conflicto con los otros  con su mundo interior, originando infelicidad y una constante búsqueda de la misma fuera de sí, culpando muchas veces de su sentir a las otras personas, al sistema social, etcétera. Situación ésta muy peligrosa porque puede desencadenar en caos la convivencia que debería ser armoniosa. En este trabajo realizamos una reflexión sobre los usos lingüísticos propuestos por la ontología del Lenguaje y el poder de la palabra como medio para desarrollar mediante el coaching el uso del lenguaje de manera positiva que lleva al ser a realizar un uso del lenguaje más óptimo mediante procesos y herramientas lingüísticas utilizadas por las personas. La aplicación consciente de esas herramientas llevaría a un mejoramiento sustancial de la vida. Nos sustentamos en la propuesta de Echeverría (2005) y el coaching ontológico. 
Palabras clave: Usos lingüísticos, coaching ontológico, vida mejor



“Los seres humanos vivimos en un mundo lingüístico”
(Echeverría: 2005: 32)


     Existen diferentes tipos de coaching de acuerdo al objetivo o meta que se pretenda alcanzar, en este trabajo nos centramos en el coaching ontológico propuesto por Echeverría (2005), basándonos en su noción de los usos lingüísticos y la relación con los propósitos del coaching.
     De acuerdo con García – Allen (S/f) el coaching ontológico
Es un proceso orientado a la optimización del lenguaje, los procesos y las herramientas lingüísticas utilizadas por la persona. Su fin es la modificación y mejora en la manera que los individuos se expresan. Se basa en el lenguaje y las emociones y utiliza las preguntas, conversaciones y el movimiento corporal para provocar el cambio.

     En otras palabras el coaching ontológico se centra en el lenguaje, en el uso que el individuo hace de él, a través de lo que se expresa y los compromisos que se asumen sobre lo expresado pueden lograrse mejoras sustanciales en la actitud del ser humano. Esto lo relacionamos con el llamado poder de la lengua.
     Echeverría (2005) define la ontología del lenguaje desde una postura particular como “una nueva comprensión del ser humano” (p. 21). Los postulados básicos de esta propuesta son:
1.   Interpretamos a los seres humanos como seres lingüísticos.
2.   Interpretamos al lenguaje como generativo.
3.   Interpretamos que los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje y a través de él. (Ibidem)
     Este autor se basa en la importancia del lenguaje en la comprensión de la vida humana; el individuo es considerado un ser lingüístico cuya identidad es también una construcción lingüística (p. 24). También son “seres que viven en lenguaje” (p. 31), le damos sentido a la vida mediante formas lingüísticas y además son “una construcción social” (p. 35).
    El lenguaje es la clave para comprender a los seres humanos, el autor no reduce esta comprensión solo al lenguaje, también reconoce que son  tres dominios primarios: la emocionalidad, la corporalidad y el lenguaje; siendo estos dominios coherentes entre sí. Pero se centra en el lenguaje por es el  que le da sentido a la existencia de los seres humanos y el mismo lenguaje le da sentido a los otros dominios existenciales no lingüísticos.
     Para Echeverría el lenguaje no solo describe realidades si no que las crea, es generativo, “el lenguaje genera ser” (p. 23). El lenguaje es acción, permite que las cosas ocurran. Es una herramienta activa que permite describir cómo son las cosas.
      El eje de interés de la ontología del lenguaje es el ser humano, su comprensión, parte del carácter transformador que puede experimentar el individuo a lo largo de su vida. En este sentido, la disciplina tiene como premisa observar el habla para conocer e interpretar “el alma” de quien la expresa.
     Otra premisa o principio del coaching ontológico se basa en observar las acciones humanas para comprender como son esos seres, esto permite hacer “una interpretación ontológica” (p. 30) de la forma de ser de un individuo y las acciones también permiten la transformación del mismo. Es decir, el ser humano puede asumir acciones que le permitan cambiar su actitud ante la vida que lleva, a través del lenguaje puede construir su nueva realidad.
     Partiendo del hecho de que si bien es cierto que el individuo puede tener una capacidad biológica para el lenguaje, éste logra desarrollarlo es en la interacción social, Echeverría afirma que “el lenguaje nace de la interacción social entre los seres humanos. En consecuencia, el lenguaje es un fenómeno social, no biológico.” (p. 31). El individuo es un ser social, el lenguaje también es una construcción social y lo que exprese también tiene una función social, comunicar, decir algo, interactuar. Esa comunicación se logra por consenso, por acuerdos sociales que permiten al ser coordinar acciones con otros seres. El autor mencionado sostiene que el lenguaje “es coordinación recursiva del comportamiento” (p. 32).
El carácter recursivo del lenguaje permite al individuo utilizar el metalenguaje, es decir, puede hablar sobre el mismo lenguaje, lo que Echeverría llama hacer reflexión como base de la razón humana, volver sobre lo hablado. Es mediante nuestra capacidad de reflexión que podemos relacionarnos con los demás. Es la reflexión la que puede generar cambios en la actitud y por ende en la vida del individuo, así como también puede producir cambios en su medio social.
La ontología del lenguaje considera “la acción” el eje de la argumentación debido a que “al conectarse el lenguaje con la acción se produce una comprensión nueva de la acción humana” (p. 39) La interpretación del fenómeno lingüístico mediante la ontología del lenguaje, de acuerdo co Echeverría se constituye en una herramienta poderosa para el coaching ontológico, esto no permite buscar la transformación de la sociedad en crisis, convulsionada que describimos en nuestra introducción. El autor lo explica de la siguiente manera:
Una de las mayores contribuciones de la ontología del lenguaje es la competencia que ofrece a las personas para inventar y regenerar un sentido en sus vidas. La ontología del lenguaje nos confronta con el hecho de que no podemos esperar siempre que la vida genere, por sí misma, el sentido que requerimos para vivirla. Pero, simultáneamente, nos muestra cómo generamos sentido a través del lenguaje: mediante la invención permanente de relatos y mediante la acción que nos permite transformarnos como personas y transformar nuestro mundo. La ontología del lenguaje nos permite hacernos plenamente responsables de nuestras vidas. (p.40)
     Esta propuesta de Echeverría nos lleva a reflexionar sobre la importancia del lenguaje, en el poder transformador que tiene en la construcción de la vida del hombre, nos hace recordar esa importancia histórica que tiene la palabra, en el relato Bíblico, por ejemplo: “Y dijo Dios: “Que exista la luz”, el día, la noche, el firmamento, el mar, la vegetación, el hombre (Santa Biblia1), etcétera. 
     Encontramos innumerables citas bíblicas que sostienen ese poder, en los Proverbios 18: 20 y 21 dice: “Cada uno se llena con lo que dice y se sacia con lo que habla” “en la lengua hay poder de vida y muerte…” (p. 677). En Santiago 3: 9: “con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre y con ella maldecimos las personas…(p. 1266).
     Del mismo modo el relato bíblico en Efesios 4:29 recomienda evitar “toda conversación obscena. Por el contrario que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan” (p. 1224) y cerramos esta digresión con Lucas 6:45: “de la abundancia del corazón habla la boca” (1075). 
     Las citas anteriores nos permiten observar la coincidencia con la propuesta de la ontología del lenguaje sobre el lenguaje como una construcción social, el ser humano construye su vida con la palabra dicha, los usos lingüísticos permiten al observador, al coach indagar, interpretar y comprender lo que guarda el ser, lo que lo angustia, lo que lo hace sufrir y le permite llevarlo a la reflexión para lograr una transformación también edificada con el lenguaje. Existen numerosos estudios que demuestran el poder que tiene el lenguaje, las acciones declaradas con palabras para bien o para mal.

REFERENCIAS
-       Echeverría, R. (2003). Ontología del lenguaje. Chile: J. C. Sáez Editor
-       Ortiz, M. (2013). Acerca del lenguaje. Documento en línea. Disponible en: https://elcoachingpsicologico.files.wordpress.com/2013/09/acerca-del-lenguaje.pdf [Consulta: 2017, enero 07]
-       Salanitre, S. (2013). Declaraciones fundamentales. Documento en línea. Disponible en: http://sobrecoachingontologico.blogspot.com/2013/11/declaraciones-fundamentales.html[Consulta: 2017, enero 07]
-       Searle, J. (2009). Actos de habla. Madrid: Cátedra.
-       Vera, A. (2011). Actos de habla. Documento en línea. Disponible en: http://coachingparalalibertad.blogspot.com/2011/11/actos-de-habla.html [Consulta: 2017, enero 07]




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